La instalación de un pequeño banco de madera a finales del pasado mes de agosto en un mirador sobre el estrecho de Rande se convirtió en poco tiempo en uno de los principales atractivos turísticos de la zona. Las espectaculares vistas de la ría que se contemplan desde este lugar consiguieron conquistar a miles de personas y el recóndito paraje se transformó en los últimos meses en un continuo trajín de visitantes. Hasta que hace unas semanas el asiento desapareció con el mismo misterio con el que llegó. Nadie en la parroquia sabe su paradero ni las razones de su pérdida.

La destrucción o el robo de la silla ha causado indignación entre los principales colectivos sociales de la parroquia, que consideraban positiva la repercusión de esta iniciativa ya que consiguió dar a conocer a miles de personas las impresionantes vistas panorámicas que ofrece el mirador. Sin embargo, el autor del banco, José Francisco Peixoto, descarta volver a instalar otro en este lugar. "Después de los continuos ataques de vandalismo y la polémica que generó su ubicación se me quitaron las ganas de hacer otro. No entiendo a quién podía molestarle, porque no alteraba nada el entorno y servía como reclamo para dar a conocer la zona", lamenta.

Este carpintero, residente en la parroquia vecina de Trasmañó, asegura que la idea de construir el asiento surgió tras visitar uno similar ubicado en la costa de Loiba, en Ortigueira. "Cuando vi la repercusión que tuvo se me ocurrió realizar uno similar para el monte de Cedeira porque, en mi opinión, desde este lugar se disfrutan mejores vistas. Y aunque es una pena que hayan destruido el banco, el fin que perseguía esta iniciativa está conseguido porque ha dado a conocer el lugar a muchísima gente", señala Peixoto.

El reclamo que supuso la instalación del banco fue todo un éxito. Tanto, que los fines de semana de buen tiempo se formaban colas de personas para hacerse una foto desde la silla y el aparcamiento del "Campo da Rata", situado a unos 300 metros, era normal verlo abarrotado de coches. "El banco sirvió de reclamo turístico, pero lo que de verdad vale la pena de este lugar son las vistas, que siempre seguirán ahí para que todos puedan disfrutarlas", apunta.

El presidente de la Comunidad de Montes de Cedeira, Juan González, se mostró encantado de que, gracias a la silla, acuda más gente a disfrutar del monte y a conocer la zona. "Para nosotros es un orgullo que nos admiren por este entorno tan bonito y por las impresionantes vistas panorámicas que ofrece el mirador", indicó el responsable de los comuneros.

También el responsable de la Asociación de Vecinos de Cedeira, Carlos Covelo, elogió la iniciativa de este carpintero, "ya que con la instalación del banco se ha conseguido que mucha gente acuda a admirar nuestra parroquia".