La elección de juez de paz declaró ayer la guerra en el salón de plenos de Gondomar. El único punto del orden del día evidenció una vez más la falta de sintonía entre los grupos que conforman el gobierno tripartito y quedó sobre la mesa. El alcalde, Paco Ferreira, propuso de forma unilateral a Manuel Rodríguez, que lleva ya cuatro años en el puesto, pero ni siquiera contó con el respaldo de sus socios. Los grupos de Manifesto Miñor y Gondomar Concello Aberto (CABE) se abstuvieron en la votación, que se produjo después de que los concejales del PP protagonizasen la primera espantada del mandato.

El debate no residió en el candidato, sino en las formas. El cargo de juez de paz se ha designado históricamente por consenso en la gran mayoría de los ayuntamientos. La normativa establece que debe elegirse con la mayoría absoluta de la Corporación. Así que lo lógico es plantear un nombre que disponga del respaldo necesario antes de la sesión plenaria. Pero en Gondomar, ni una cosa ni la otra.

Ferreira defendió el nombramiento y alegó que no había habido tiempo para llegar a un acuerdo al respecto. El portavoz del PP, Fernando Guitián, le reprochó una "falta de hixiene democrática" por no haber planteado la cuestión en junta de portavoces, como se ha hecho hasta ahora. La última tuvo lugar la pasada semana y no se habló de la elección, a la que se presentaban tres aspirantes. El popular reclamó hasta en dos ocasiones al regidor que dejase la cuestión sobre la mesa y recordó que el nombramiento está pendiente desde septiembre por lo que la excusa del tiempo "non tén xustificación", dijo. Pero el alcalde se negó a aplazar el asunto y los cuatro ediles de la formación conservadora abandonaron la sesión.

Solo siete votos a favor

El debate continuó con trece de los diecisiete concejales, pero la propuesta del regidor tampoco logró el respaldo mayoritario necesario. Solo los cuatro ediles del PSOE y tres de IxG, en la oposición, la apoyaron. Ninguno de los socios de gobierno lo hizo. Tanto Manifesto Miñor como CABE criticaron la forma de proceder del alcalde por las mismas razones que el PP. Consideran que el juez de paz debe elegirse con la conformidad de al menos la mayoría y que el regidor tendría que haberlo consensuado previamente con la Corporación.

Ambos grupos afearon también el plantón de los populares. "Leccións de consenso por parte de Guitián, as xustas, porque el nunca consensuou nada ao longo do seu goberno", dijo el teniente de alcalde y portavoz de Manifesto, Antonio Araúxo.

El de ayer fue un pleno extraordinario, sin posibilidad de mociones ni ruegos ni preguntas por parte de los ediles y con un único tema de debate. Circunstancia que también censuró Guitián, quien recordó que este mes no se ha celebrado sesión ordinaria, en la que sí es posible fiscalizar la gestión del gobierno. Precisamente su grupo pretendía defender ayer una propuesta relativa al área metropolitana de Vigo, pero tendrá que esperar otra ocasión. "O goberno non cumpre o acordado sobre a periodicidade dos plenos e cando os convoca, faino sen contido. Isto é unha falta de respecto á Corporación que demostra unha clara falta de xestión", destacó.