"É un día histórico para Oia. Por primeira vez en democracia terá un goberno de esquerda". Fue una de las frases de ayer de Rosa María Otero Carballa, la nueva alcaldesa socialista que no solo hace historia por acabar con la hegemonía popular en el Concello, sino también por ser la primera mujer que alcanza la Alcaldía. Su nombramiento causó sorpresa. Pocos confiaban en que accedería al cargo. Lideraba la segunda fuerza más votada con tres ediles, por detrás del PP, con cuatro. Y sus posibles socios, Converxencia Galega, rompieron las negociaciones de cara al pacto esta semana. Finalmente, este grupo cumplió con su compromiso de evitar otro gobierno popular y respaldó su investidura, como lo hizo el único representante del BNG. Ganó así por siete a cuatro votos al exregidor popular Alejandro Rodríguez, que le entregó emocionado el bastón de mando tras doce años en la Alcaldía.

Quizás por eso no descarta Otero todavía coaligarse con Converxencia y BNG. Con los nacionalistas, afirma haber iniciado las conversaciones, aunque estos niegan cualquier intención de integrarse en el gobierno. Y a los tres representantes de Converxencia les deja la puerta abierta a continuar con el diálogo. "Non será fácil, pero si posible, cremos", manifestó ayer la alcaldesa. De momento, su prioridad es acudir al Concello el lunes a las 8.00 para resolver las cuestiones más urgentes.