La isla de San Simón ya se encuentra completamente vacía después de que el Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional (Igadi) abandonase en los últimos días su sede en el archipiélago para trasladarse a Baiona. Las dependencias de este organismo -que también incluye el Fondo Galego de Cooperación, el Observatorio de Política China y el Observatorio de Lusofonía- se ubicaban desde principios de 2011 en el edificio conocido como el "hospitalillo", situado en la isla de San Antón, unas instalaciones cedidas por la Consellería de Cultura para que pudiese desarrollar su actividad.Sin embargo el plan de recortes del gasto público, que obligó a eliminar a finales del pasado año la Fundación Illa de San Simón, también ha afectado al Igadi al decidir el departamento de Cultura mantener cerrada la isla redondelana.

El Igadi es una entidad independiente y sin fines de lucro creada en 1991 que tiene como objetivo principal la investigación de los problemas internacionales y la activación de estrategias que favorezcan una mayor proyección de Galicia en el mundo en todos los dominios.

El secretario del Igadi, Daniel Palau, explicó ayer que todavía están adaptándose al nuevo espacio en Baiona, situado en el número 7 de la Avenida Joselín, un inmueble mucho más limitado que el edificio de la isla de San Simón, aunque asegura que el cambio de sede "no restará operatividad" al organismo. "Es una lástima tener que dejar ese entorno incomparable que es la isla, pero hay que adaptarse y el trabajo se seguirá desarrollando en Baiona igual que antes", apunta Palau.

Por su parte, la presidenta del Fondo Galego de Cooperación e Solidariedade, Teresa París, asegura que se trató de buscar otro espacio alternativo en Redondela, aunque finalmente se acordó regresar a Baiona, lugar en el que desarrolló su actividad durante veinte el organismo antes de desplazarse a San Simón. "La medida responde a una decisión de la Xunta que implica el traslado de la secretaría del Fondo Galego, y aunque se pierde una sede inmejorable por su amplitud y su entorno impresionante, el lado positivo es que se ganará en accesibilidad, puesto que el transporte en barco a la isla suponía un trastorno en ocasiones para la operatividad".

La Xunta, que mantiene su apuesta por seguir dinamizando la actividad cultural y promoviendo los valores patrimoniales del archipiélago, todavía no ha anunciado ningún proyecto a corto plazo para dar uso a los edificios.