La familia de Jesús Groba, en Portela (Guillade) vivió el domingo una de las peores noches de su vida. A las 4 de la mañana les despertó un fuerte ruido y al levantarse de cama sus pies chapotearon en agua y barro. En pocos minutos un río inundó el edificio de bajo y una planta.

Tanto la familia como otros vecinos de la zona, afirman que el problema se debe a que las obras de la carretera que comunica Vilasobroso y Vilacoba no fueron bien planificadas en su día y que el agua que se recoge a lo largo de varios kilómetros desemboca en el mismo lugar, un poco más arriba de la casa de la familia Groba.

Esther Costa, una vecina de la zona, afirma que además del problema que han sufrido estos vecinos, todo el barrio recibió la intensidad de la borrasca y el agua se llevó por delante, entre otras cosas, un parque infantil.

La junta de Gobierno del Concello de Ponteareas, aprobó ayer, a propuesta del teniente de alcalde Juan Carlos González Carrera, una petición formal a la Xunta para realice las obras correctoras que sean necesarias. Ayer mismo un responsable de mantenimiento de la Xunta se trasladó al lugar de los hechos y la familia presentó una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil.

Los vecinos de Guillade, están además asustados porque la borrasca afectó a varios caminos que se llenaron de tierra y piedras, ya que la cantidad de agua que bajaba de los montes nunca había sido visto antes. Francisco Sebastián Bouzó, vecino de la zona, critica la despreocupación existente en la limpieza de los caminos y pidió ayuda al Concello durante una visita del concejal Carrera González.

La borrasca del fin de semana dejó en Ponteareas un olmo menos y parte de la cubierta de un polideportivo arrancada.