La puesta en funcionamiento de un bolardo retráctil en el tramo peatonal de la calle Pai Crespo ha generado protestas entre los vecinos, puesto que muchos todavía no disponen del mando a distancia para accionar el dispositivo y poder acceder a sus garajes.

Este sistema para impedir el paso de vehículos por la calle –sólo está autorizado el acceso a los residentes con plaza de garaje– se instaló en el año 2004, aunque llevaba varios meses sin funcionar debido a diversas averías con la llave de accionamiento e incluso hubo algún caso de colisión de coches por la escasa señalización. Para evitar este problema, la Concejalía de Tráfico instaló recientemente un semáforo que advierte a los conductores de la presencia de la pilona, y también se suprimió la llave por un sistema de mando a distancia. Precisamente esta circunstancia es la que ha generado las quejas de algunos vecinos, que aseguran que no recibieron ni el mando ni información por parte del Concello, por lo que se ven obligados a acceder a sus garajes desde la plaza de Ribadavia por dirección prohibida.

El concejal de Tráfico, Eduardo Reguera, justificó la puesta en funcionamiento de las pilonas para impedir la invasión de vehículos en esta calle peatonal recién renovada. "Los coches se encontraban estacionados a todas horas en una zona prohibida, ocupando el espacio de los peatones. Además las nuevas aceras de piedra ya están llenas de manchas de aceite por los vehículos que aparcaban en ellas", apunta.

El edil señala además que esta medida no es nueva, "puesto que el sistema se puso en marcha hace años y ahora lo que hicimos es mejorar su funcionamiento". En este sentido explica que se colocó un semáforo para advertir de la presencia del bolardo, y se estableció un horario de carga y descarga de 9.00 a 12.00 horas en el que se mantiene abierto.

El Concello también garantiza la entrega de mandos a todas los residentes que acrediten la propiedad de una plaza de garaje en la calle.