Los graves desperfectos sufridos en las instalaciones del Club de Remo de Cesantes en la tarde del pasado sábado, cuando la cubierta del local "voló" literalmente por las fuertes rachas de viento del ciclón Xynthia, obligaron al traslado urgente de las embarcaciones a un local situado en la zona portuaria de la parroquia, una concesión que utilizaba el extinguido Club de Remo San Simón. Sin embargo, las reducidas dimensiones de este emplazamiento les impide desarrollar su actividad deportiva, por lo que reclamarán a las distintas administraciones –Concello, Diputación y Xunta– apoyo económico para poder reparar cuanto antes el tejado del inmueble dañado.

"La ubicación en la playa en primordial para nosotros", asegura el presidente del club, Jorge Rodríguez, que contempla el traslado al local del puerto como una "medida provisional" obligados por las circunstancias. "No podemos entrenar y almacenar las embarcaciones en un espacio tan pequeño, una de las traineras ni siquiera pudimos llevarla porque no cabía", indica.

El local cedido al club dispone de 60 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, con un pequeño gimnasio y vestuario en la superior. Este inmueble ya lo utilizaban los remeros del equipo para sus entrenamientos desde hace varios meses, pero ahora, con todo el bajo ocupado por las embarcaciones, el espacio que les queda libre es mínimo.

El desprendimiento de la cubierta del club de Cesantes no causó mucha sorpresa en la zona, puesto que era una especie de galpón casi en estado de ruina desde hace tiempo. De hecho, hace dos años se tuvo que apuntalar con troncos y reforzar el exterior con correas para evitar que la estructura se desplomase, por lo que actualmente se utilizaba sólo para almacenar las traineras y el material deportivo. Este local, de 220 metros cuadrados, se trata realmente de la ampliación de una vieja caseta de obra de las que se usaron durante la construcción del puente de Rande en los años setenta, y también dispone de un pequeño gimnasio con vestuarios.

El club lleva años reclamando a los responsables municipales una mejora de las instalaciones o la construcción de una nueva sede, para la que incluso desde el gobierno local se llegó a preguntar por algún terreno de la zona, aunque todo quedó en buenas intenciones que nunca llegaron a materializarse. Por esta razón, ahora muestran su sorpresa ante la rápida tramitación del proyecto de piscina con "spa" de Chapela, que contempla una moderna sede de más de 800 metros cuadrados para el club de remo de esta parroquia.

"Nosotros llevamos desde los años ochenta pidiendo un nuevo local no por capricho, sino por el mal estado que presentan nuestras instalaciones", se queja Rodríguez. Y razón no le falta, como quedó demostrado en la tarde del sábado.