Las nuevas tecnologías no hacen distinciones, cuestión demostrada ayer en la jornada interactiva que, con motivo del día de las personas con discapacidad, se llevó a cabo en el Telecentro de Tui, con participación de jóvenes con y sin discapacidad. Las barreras que marcan el día a día de las personas con minusvalías, se quedaron en la puerta en este espacio dotado de los medios más avanzados para la comunicación y la búsqueda de información, uno de los objetivos principales a conseguir, dado que son muchas las personas que no son capaces de distinguir las distintas tipologías que condicionan la vida de otras.

Miguel Pazo, presidente de la asociación Vontade, destacaba esta realidad "la idea es que alumnado de ESO se informe y sepa distinguir esas enfermedades que no se ven, pero existen". En el mundo de los adultos, contó, "nos encontramos con escepticismos y deseamos que se sepa que, muchas veces, las discapacidades no se aprecian a simple vista", dijo, poniendo como ejemplo el caso de la bipolaridad.

Una muestra de superación personal es el joven tomiñés Fabián de Saa, de 24 años, parapléjico desde los 17 por un atropello. "Casi hago la vida normal, estudio bachillerato en el IES de A Guarda y no tengo prisa. Todavía no sé lo que quiero hacer después. Vivo con mis padres y las nuevas tecnologías son muy importantes para mi por la información, para el ocio y para comunicarme con amigos de la red y con los compañeros que veo casi a diario".

En el Telecentro estuvieron miembros de asociaciones como CRD Cogami de Mos y Vontade de Baixo Miño, que conectaron por videoconferencia con otros jóvenes de las asociaciones Amarai de Arzúa y Adisbismur de Muros.

Primero recurrieron a Internet para responder a preguntas sobre enfermedades como hipoacusia, síndrome de Down, esquizofrenia, espina bífida, autismo, esclerosis múltiple. Dante Alejo Pereyra Diz, del IES "Francisco Sánchez" , contaba la gran utilidad que representa el acceso a Internet para buscar información de la forma más rápida. Antonio Latorre y Mª Carmen Carpintero de CRD Cogami de Mos, consiguieron las respuestas in dificultad. A Alba González, del "Francisco Sánchez", no le era tan fácil "porque no utilizo tanto el ordenador", reconocía.