La asociación de vecinos de Chapela presentó el pasado jueves ante el ente Portos de Galicia, organismo dependiente de la Consellería de Política Territorial, un total de 250 alegaciones contra el Plan Director de las Instalaciones Náutico-Deportivas. Este documento plantea la ejecución de un gran puerto de recreo con capacidad para 640 embarcaciones en las inmediaciones de la playa de Arealonga y que también incluye la "ocupación terrestre" del frente del paseo de Cardona.

La alegación de los vecinos justifica su rechazo al puerto porque "destruiría" las playas de Arealonga y Os Penedos, únicas zonas de baño en la parroquia. Además advierten del "grave impacto ambiental y visual" que causaría esta actuación en el frente marítimo de la parroquia. En este sentido, explican que una actuación de tal magnitud, que incluye un gran relleno, provocaría un impacto negativo en las corrientes, acabaría con el banco marisquero y sería una fuente de contaminación de aceites y combustibles en el entorno de la playa.

Otra de las razones de los vecinos para oponerse al plan de Portos es que no se tiene en cuenta los inadecuados accesos a la zona, y consideran que la creación de 640 plazas de amarre saturaría los viales de la parroquia, que además carece de plazas de aparcamiento suficientes. Asimismo indican que un puerto de esas dimensiones incrementaría el tráfico marítimo con un mayor riesgo de accidentes.

Colectivos y particulares

Por último destacan el fuerte rechazo social que existe entre los residentes de la parroquia contra esta actuación, como demuestran las 250 alegaciones presentadas por la asociación de vecinos, además de otras realizadas por diversos colectivos y personas a título particular.

La idea principal del Plan Director es la planificación de los actuales puertos deportivos y la creación en instalaciones más grandes, que sean económicamente más rentables y que permitan agrupar los impactos de ocupación en la línea de costa. Las 640 plazas que se plantean en Chapela responden a una estimación sobre la demanda a medio plazo, en el horizonte de los años 2015-20, y no una actuación para ejecutar a corto plazo.

El documento también establece que se primará los precios económicos para las plazas de amarre y se promoverá como alternativa a las plazas en el mar el amarre en seco, tanto a través de marinas secas como mediante superficies de varadero.