El Ayuntamiento de la localidad pontevedresa de Nigrán decidió hoy retirar temporalmente la bandera azul de las playas de Patos, Panxón y Playa América debido a la acumulación de basura motivada por la huelga indefinida en la que permanecen los 27 trabajadores de la empresa Cespa, encargada de la recogida de la basura, con motivo de la negociación del convenio colectivo.

Después de una semana de paro, en la localidad se acumulan unas 300 toneladas de desperdicios. Ante esta situación, el concejal de Medio Ambiente, Juan Hermida, consideró que las condiciones actuales de falta de limpieza de los arenales "son incompatibles" con la bandera azul concedida a los tres citados puntos costeros, ubicados en este turístico enclave de las Rías Baixas.

En todo caso, precisó que el problema se debe a la suciedad en los arenales, puesto que los últimos análisis del agua realizados por la Consellería de Sanidade --con fecha del pasado 7 de julio-- reflejan la "práctica inexistencia de bacterias en el medio, con niveles inferiores al mínimo exigido" y en algunos casos ni siquiera se han detectado microorganismos perjudiciales.

El edil confió en una pronta resolución del conflicto y acusó de la actual situación a la empresa concesionaria de la recogida, Cespa. "Los vecinos de Nigrán vienen sufriendo un servicio deficitario de recogida de basura en los últimos años y esto es lo que les faltaba, una huelga que vuelve a castigar a los ciudadanos", aseveró.

Reunión

El pasado sábado el alcalde de Nigrán, Efrén Juanes, dio un ultimátum a la empresa para que comenzara urgentemente a negociar con los trabajadores en huelga, llegando a plantear incluso la posibilidad de rescindir temporalmente el contrato de adjudicación del servicio si no se solucionaba el conflicto.

Así, representantes de Cespa y de los trabajadores en huelga se reunirán hoy a partir de las 17.30 horas en la sede de la CIG en Vigo, según confirmaron a Europa Press fuentes del sindicato. En el encuentro, las partes intentarán llegar a un acuerdo que ponga fin al paro, iniciado el pasado lunes 14 de julio.

Los trabajadores demandan una subida salarial del IPC real más tres puntos por cada uno de los dos años de vigencia que piden para el acuerdo, una cuarta paga, que se implantaría entre este año y el que viene --el 50 por ciento cada año--, y un incremento en el abono de los festivos trabajados, que pasarían de 45 a 60 euros. Por su parte, la empresa ofrece un aumento 6 por ciento en su conjunto.