Hablar de más de un centenar de vecinos en Crecente es hablar de una multitud. El municipio tiene un censo de menos de 3.000 habitantes, así que cuando se manifiestan 150 lo hace el 5% de la población, lo que en Vigo serían unas 15.000 personas.

Y ayer lo hicieron de nuevo. Cada vez que una personalidad de la Xunta visita la localidad sacan las pancartas para reclamar que existen. Varias veces lo hicieron con las visitas de Fraga y ahora el turno fue para Touriño a quien gritaron "Touriño escoita un pouquiño".

Los más numerosos eran padres del colegio de Crecente. Exigen que el primer ciclo de ESO se mantenga en el centro y dicen, entre otras cuestiones, que "se fala sempre que hai que protexer o rural pero fan todo o contrario".

Ayer sólo querían que Touriño supiera de su problema y aseguran que "o presidente soubo que estabamos alí".

Los padres añaden que los profesores del centro de Crecente son muy competentes para seguir dando el primer ciclo de la ESO "e obligan aos rapaces a ir para aulas masificadas".

Además indican que "no comedor do colexio de Crecente a comida é de primeira e na Cañiza, a maior parte das veces dánlles comidas feitas que as quentan ó baño maría de calquera maneira"

La carpa de la inauguración estaba situada a 150 metros de los manifestantes y un cinturón policial advertía que no se podía pasar. Tampoco lo intentaron pero en momentos sus consignas se escuchaban en la carpa donde el alcalde defendió los planteamientos de los vecinos.

Ramón Lourido, portavoz de la asociación de vecinos de Rebordechan, contaba que el problema de los vecinos se padece desde hace cinco años desde que se realizaron mejoras en la PO-400 a su paso por la capilla de San Sebastian obligando a los vecinos a dar un rodeo de 6 kilómetros para pasar de un lugar a otro "e ir co gando o monte" y piden un paso directo.