Conocen la importancia del lugar en el que residen, saben de sus características especiales y también de las necesidades particulares de un barrio al que, consideran, no siempre se ha tratado con respeto. Es por eso que los residentes del casco histórico baionés han decidido constituir una asociación vecinal que defienda sus intereses, que les represente ante las administraciones y que dé voz a sus reivindicaciones "sin influencias políticas".

La recién constituida entidad vecinal -la primera que representa los intereses específicos de este barrio- se presentó ayer por la tarde en el colegio Covaterreña. Su presidente, Manuel Raposo, reconoció las dificultades para poner en marcha este proyecto en "un barrio marinero y con una población cada vez más envejecida".

"La asociación requiere tiempo y dedicación, algo que los marineros no pueden permitirse y que a la gente mayor no se le puede pedir", explicó Raposo, quien indicó que es precisamente el servicio a estos dos colectivos lo que hacía necesaria la asociación, por ejemplo, como "intermediaria ante el concello", señaló.

El presidente de Cahiba -nombre con el que se ha constituido la nueva asociación- recuerda que inicialmente fueron ocho los residentes que se implicaron en la puesta en marcha de la asociación y aguarda que la mayoría apoye a la entidad que "no va a obrar milagros, pero sí pretende acercar los problemas diarios de la gente al ayuntamiento", indicó.

Problemas

La restricción del acceso de vehículos al conjunto histórico fue la situación "detonante" de este proyecto asociativo que empezó a gestarse hace meses, reconoció Raposo, pero son otras muchas las preocupaciones de los residentes del barrio.

"Vivimos en el casco y vemos cómo se deteriora cada día un poco más, sufrimos el ruido y los problemas de convivencia que genera sobre todo en la época de verano", advirtió el presidente de la asociación, quien criticó además que se haya retirado el servicio de recogida de basura y reclamó una mayor atención a la limpieza y a la oferta de servicios básicos a este entorno urbano.

El éxito de esta iniciativa depende del respaldo que la asociación reciba por parte de los vecinos del casco histórico, un colectivo que con el tiempo se sigue reduciendo "sobre todo por el mal estado en el que están muchas viviendas y las dificultades que se encuentran sus propietarios a la hora de tramitar cualquier obra de rehabilitación e incluso una mínima reparación", aseguró Manuel Raposo.

El representante vecinal recordó además que el estado en que se encuentra el barrio es algo que no sólo afecta a los residentes, sino también al resto de baioneses y a los turistas, que también pasean y lo disfrutan.