Tras hacer públicas el PSOE discrepancias insalvables en sus negociaciones con el BNG gobernante para un pacto de legislatura, el PP, a través de su portavoz municipal, Carlos Silva, insta al alcalde, Antón Araúxo, a "reflexionar y tomar las decisiones que considere oportunas".

Silva asegura que "venimos advirtiendo de esta situación desde hace un año", y hace hincapié en que "son los vecinos los principales afectados por la paralización de la gestión municipal. Son los gondomareños los que quien una respuesta y una solución".

A Carlos Silva, que convoca al BNG a la "responsabilidad y humildad", no le sorprende en absoluto tal desencuentro, pues es algo que se venía venir, "cuando tuvieron bastante tiempo para llegar a un acuerdo. Si no lo consiguieron, está claro que fue porque tenían poco o nada de que hablar, desde el primer momento. Importaba más el partido que los vecinos".

El portavoz del PP insiste en que "el BNG tiene la solución en sus manos y que será este partido el que única y exclusivamente, debe tomar la decisión adecuada".

El Partido Popular asegura que "los 14.000 vecinos de Gondomar piden medidas que resuelvan sus problemas diarios" y reclama del BNG que "no obstaculice más el desarrollo del municipio". Y recuerda que varias de las medidas que adoptó el gobierno en minoría del BNG salieron adelante gracia a la actitud responsable de los populares y de su oposición constructiva: guardería, el punto limpio o la actualización de las tasas, entre otros asuntos.

El PSOE se retrotrae a las conversaciones reanudadas con el Bloque a principios de enero, "para lograr una mayoría de progreso", que dicen haberse reflejado en las elecciones del 27 de mayo. Después de los comicios, el PSOE está convencido de que el BNG "no está interesado en formar gobierno con los socialistas; en realidad, tenemos el convencimiento de que nunca tuvo intención alguna de llegar a un pacto de gobierno". Añade el PSOE, respecto del BNG: "Simplemente acudía a las negociaciones con el afán de engañar a la opinión pública, primero manipulando al pueblo al romper los contactos por falta de espacio en el Ayuntamiento para los socialistas".

Señalan que, curiosamente, ya había oficina para el PSOE en tales dependencias. "Ahora, el problema reside en el reparto de funciones: el PSOE reclama un 45 por ciento; en todo caso, no menos del 40" y "el gobierno del BNG pretende de forma totalmente intransigente que tengamos sólo un 30".

Apuntan como principales culpables de esa crisis de entendimiento al responsable local del BNG, José Valverde, y al propio alcalde.

Núñez Sestelo, edil de Movegondomar, llama a la "responsabilidad" y aduce que el alcalde no ha exprimido todas las posibilidades de acuerdo con los partidos representados en la Corporación para sacar adelante la gobernabilidad. Ahí cabría que rigiese Gondomar un independiente, aunque no lo postule, porque es su caso. Siete ediles del PP, cinco del BNG, cuatro del PSOE y un independiente no gestionan.