Vecinos de la localidad pontevedresa de Moaña contrarios a la subida del catastro se encadenaron hoy durante algo más de cinco horas en el exterior del Ayuntamiento para pedir al alcalde, Xosé Manuel Millán, que les reciba y dé "una solución" ante la subida del catastro prevista para los próximos años.

En declaraciones a Europa Press, el portavoz de la plataforma contraria al 'catastrazo', Vicente Verdeal, explicó que un grupo de vecinos acudió hoy a las 8.00 horas y se encadenó ante la puerta de la Casa Consistorial para pedir al regidor "que escuche" sus demandas, después de que en el pleno del pasado lunes, el bipartito local y los independientes rechazaran la revisión del catastro.

En este sentido, explicó que las personas encadenadas "cuentan con el apoyo de los ciudadanos, por lo que a veces hubo entre 30 y 50 personas concentradas". Verdeal precisó que, de no ser convocados por el alcalde, el encadenamiento "se mantendrá" cada día durante el horario de apertura al público del Ayuntamiento, por lo menos hasta el sábado 19 de abril, cuando celebrarán una manifestación por las calles de la localidad.

A este respecto, el portavoz del colectivo, que también cuenta con el apoyo del PP local, explicó que la movilización ha recibido la autorización de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra y recordó que servirá para pedir una revisión del catastro. "No nos negamos a pagarlo, sino a hacerlo en su justa medida", destacó.

Asimismo, recordó que cada día a las 20.00 horas continuarán las asambleas informativas que vienen desarrollando ante la puerta del Consistorio en los últimos días.

El encadenamiento de hoy, que se repetirá cada día, viene precedido de anteriores actos de reivindicación del colectivo. Así, el pasado 3 de abril, 13 miembros de la asociación se encadenaron en el interior del Ayuntamiento.

Pitada

Por su parte, fuentes de la Policía Local de Moaña redujeron el número de participantes en la protesta a "seis personas" quienes "estuvieron encadenadas entre sí en el exterior del Ayuntamiento" hasta cerca de las 14.00 horas y explicaron que una patrulla permaneció a las puertas de la sede consistorial para evitar que entrasen los encadenados y otra gente que portaba instrumentos para hacer una cacerolada.

Las fuerzas de seguridad precisaron que, a lo largo de la mañana, se registraron momentos de "cierta tensión" puesto que los vecinos profirió algún insulto a los miembros del Gobierno local y también realizaron pitadas u una cacerolada. Sin embargo, aclararon que no se produjo ningún incidente ni hubo daños personales.