Eva González / A Guarda

A Guarda rememoró ayer con sentimiento los trágicos sucesos acaecidos durante la Guerra Civil en una jornada que conmemoró el 70 aniversario del campo de concentración de Camposancos. Bajo el título de "Memoria para o futuro" más de cien personas participaron en las ofrendas florales que tuvieron como escenario el antiguo campo de concentración de Camposancos, cementerios y fosa común de Sestás, en la villa guardesa.

El alcalde, José Luis Alonso Riego, ante el monumento de Sestás erigido por el pueblo guardés en 1986, donde reposan los restos de 48 asturianos, leoneses, gallegos y portugueses, fusilados y enterrados durante la guerra civil "por defender as libertades democráticas", dijo, entre otras cosas, que "la democracia y la libertad son muy importantes para el hombre. Ellos [los represaliados] entregaron su vida por una democracia legalmente constituida".

El programa comenzó con una recepción en el Concello y posterior visita al campo de concentración de Camposancos. Se realizaron ofrendas florales en los túmulos de los republicanos Camilo Carrero Lorenzo, Brasilino Álvarez Sobrino, Ángel Domínguez Pacheco, Manuel Noya Gil, Antonio Domínguez Pacheco, y Juan Noya Gil. Posteriormente, se hizo el ceremonial ante la fosa común de Sestás donde abrió el turno de intervenciones el secretario xeral de CC OO, Manel Fernández recordando que el acto, organizado por

CC OO, Fundación 10 de marzo y Concello de A Guarda, se celebra "no Ano da Memoria. É un día de compromiso coa nosa memoria e os nosos ideais", precisó. Recalcó como objetivo que "o acto é para traballar para adiante, para aprender dos erros e mellora-lo futuro".

Eva Cividanes presentó el acto posterior en el Centro Cultural donde Ricardo Rodríguez resaltó el papel de CC OO en "dignificar a fosa común de Sestás", así como la respuesta del pueblo con sus aportaciones.

El historiador José Ballesta desarrolló su conferencia sobre el campo de concentración de Camposancos, tema del documental que aborda la historia con testimonios de supervivientes; así como la amistad entre vecinos de Camposancos y presos.