Don Celso Rodríguez Fernández vivirá hoy el homenaje que le rinde el arciprestazgo de Tui con motivo de sus bodas de oro sacerdotales. Es reconocido filólogo y teólogo, profesor emérito de la Universidad de Vigo, donde sigue dedicándose plenamente a la docencia y a la investigación. Es prelado de honor de Su Santidad y canónigo penitenciario. Su cercanía a los jóvenes le convierte en un sabio interlocutor sobre ellos. Afirma que "hay que oírles" y opina que "necesitan ayuda por parte de toda la sociedad".

Su trayectoria está vinculada a las universidades de Salamanca y Vigo, como catedrático de Filología Latina e investigador. Autor de numerosas publicaciones, está finalizando "La mujer de la Biblia, ¿discriminada?, ¿minusvalorada?".

Celso Rodríguez Fernández es fundador de la asociación pública de fieles dedicada a la juventud, bajo el lema de Juventud Unida en Marcha, JUM. "Con los jóvenes, el afecto es recíproco", reconoce. Como profesor "conjugo la exigencia y comprensión con la ayuda y el apoyo al estudiante". Esa ayuda conlleva "afecto, tener interés por ayudarles y siempre razonar todo lo que se presente como verdad" además de tener respeto por el pluralismo, dice.

Describe como una etapa decisiva la adolescencia, cuando el individuo se autoafirma y "comienza a ver que las personas tienen cosas positivas y negativas. En ese tiempo llega la rebeldía y, con el tiempo, se acepta que todos somos una mezcla de bien y mal. Y llega la comprensión y aceptación de esa realidad".

En relación a los universitarios, resalta que "se palpa su interés enorme por la formación y dedicación al estudio. Se nota su satisfacción por saber", define.

Sobre sus compañeros sacerdotes añade que "la relación es afectuosa y recíproca. Mi gratitud por su colaboración para el Centro de Espiritualidad para los jóvenes", situado en Paramos (Tui).