El Celta que quiere ser

Rafa Benítez presentó en El Sadar el once más defensivo para obtener la victoria más holgada en lo que va de curso

En cinco dibujos tácticos se mueve el técnico madrileño, con mayor insistencia en el 4-4-2

Partido entre el Celta y el Osasuna, disputado en El Sadar

Partido entre el Celta y el Osasuna, disputado en El Sadar / Unai Núñez

“Este es el Celta que podemos y queremos ser”, señalaba Unai Núñez tras la victoria en El Sadar. La frase suena a proclamación de principios sobre el estilo en que se basará el juego del equipo de Rafa Benítez en lo que resta de temporada. Ante Osasuna, el conjunto celeste obtuvo su victoria más holgada de la temporada después de presentar un once ultradefensivo que incluso levantó numerosas críticas en las redes sociales antes del partido. En este tipo de paradojas se sustenta parte de la grandeza del fútbol, un deporte imprevisible.

El cambio de sistema de juego ha sido una constante en el equipo vigués, que ha manejado hasta cinco dibujos tácticos diferentes. Aunque en la libreta de Benítez ha predominado el 4-4-2, también ha aparecido con frecuencia la defensa de cinco, con matices diferenciales a partir del centro del campo. El domingo ante Osasuna, el técnico madrileño presentó un once en el que solo Larsen y Luca de la Torre aparecían como futbolistas de carácter ofensivo, el resto eran defensas o jugadores de contención más que de creación. La conservadora fórmula funcionó y gracias a ello el Celta goza ahora de un poco más de tranquilidad en la tabla clasificatoria después de distanciarse tres puntos de los puestos de descenso. Y es posible que el plan de El Sadar se repita el domingo que viene en Getafe, donde a los célticos les espera un rival que practica un juego muy físico y corajudo. En el Coliseum se verá de nuevo el Celta que quiere ser.

La estructura del conjunto celeste ha ido variando desde que en agosto pasada se presentó al primer compromiso oficial con una defensa de cuatro, otros tantos centrocampistas y dos delanteros. Benítez parecía tener claro tras los amistosos de preparación cómo quería que jugase su equipo. Pero la fórmula duró apenas partido y medio. Porque tras la derrota ante Osasuna (0-2) y alcanzar el intermedio en Anoeta con otro marcador en contra llevó a Benítez a probar por primera vez con un trío de centrales.

El empate ante la Real Sociedad invitó al técnico celeste a mantener la defensa de cinco durante los seis siguientes partidos. Los malos resultados condujeron al entrenador a recuperar la idea original de cuatro defensas ante el Getafe. Durante los once siguientes partidos, el Celta fue más reconocible que nunca, con Larsen y Aspas como referencias en ataque. Pero Benítez siempre busca sorprender al rival y su apuesta varió de nuevo hacia los tres centrales en la visita a Mallorca, después de ganar en casa al Betis.

Con el nuevo año, el preparador céltico ha vuelto a recurrir a la defensa de cinco, pero con más matices. Ante el Girona, por ejemplo, dio entrada en el once a tres delanteros. Larsen, Aspas y Douvikas jugaron por primera vez juntos desde el inicio. La derrota, unido a que el siguiente rival sería Osasuna, llevó a Benítez a darle otra vuelta al sistema táctico. En El Sadar dispuso de Tapia como tercer central, junto a Unai Núñez y a Carlos Domínguez, con Manquillo y Ristic como laterales. Por delante situó una línea de cuatro, con Mingueza, Jailson, Beltrán y Luca de la Torre. Y Larsen apareció como único delantero.

Era el noveno compromiso de LaLiga en el que el Celta iniciaba el juego con tres centrales, mientras que suponía la tercera variación de ese dibujo de carácter conservador o atrevido en función de las características de los jugadores que participan. Con la defensa de cuatro, Benítez solo ha apostado por dos variantes, con tres o cuatro centrocampistas.

En total, el preparador céltico ha recurrido a cinco dibujos distintos. Con el utilizado en Pamplona, el Celta obtuvo una inesperada victoria que le da vuelo en la tabla. “Nos volvemos a casa satisfechos después de un gran partido y una victoria importantísima, portería a cero incluida”, recordaba Unai Núñez en las redes sociales tras ganar a Osasuna.

Veintiocho futbolistas en 23 jornadas

El Celta se presentó el domingo en El Sadar con un once en el que aparecían siete novedades con respecto al partido de la primera vuelta entre ambos equipos. A las variaciones en los planteamientos tácticos, Rafa Benítez añade una constante rotación de piezas, hasta el punto de que ya ha utilizado a 28 futbolistas en las 23 primeras jornadas de LaLiga. Del equipo inicial del Celta que se estrenó en LaLiga contra Osasuna en agosto pasado solo cuatro repetían en el once que Benítez presentó en Pamplona: Mingueza, Unai Núñez, Beltrán y Larsen. De aquella jornada inaugural se cayeron Iván Villar, Aidoo, Cervi, Carles Pérez, Sotelo, Bamba y Aspas.

La ausencia del capitán céltico fue una de las mayores sorpresas de la última alineación del técnico madrileño, que apostó por el estreno de Javier Manquillo en el lateral derecho y del cuestionado Jailson Marques en el centro del campo. Además, retrasó a Renato Tapia al eje de la defensa y le dio de nuevo una oportunidad en el centro del campo a un Fran Beltrán que había desaparecido del equipo en las tres últimas jornadas, tras la victoria ante el Betis. En los quince compromisos oficiales que le restan al Celta para concluir la temporada, Rafa Benítez dispone de una plantilla de 26 futbolistas, después de que el club realizase tres refuerzos en este mercado de invierno y le diese la carta de libertad a Agustín Marchesín. Ante Osasuna también debutó Tadeo Allende. El atacante argentino se añade así a una extensa lista de los futbolistas utilizados por Benítez en LaLiga. Entre los 28 que ha alineado el preparador céltico aparece Gabri Veiga, que jugó un partido antes de marcharse al Al Ahli saudí. También aparecen los canteranos Sotelo, Carlos Domínguez, Hugo Álvarez, mientras y Miguel Rodríguez, que ha pasado a formar parte de la primera plantilla.

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