La pasada temporada se quejaba amargamente Eduardo Coudet de la falta en su plantilla de futbolistas con la capacidad de desborde y la velocidad necesarias para generar superioridades gracias al uno contra uno. Una carencia que hacía más previsible al equipo y “cómodo” para las defensas rivales, que siempre suelen tener un especial miedo a los “alborotadores”. Esa pimienta que tanto extrañaba el técnico es la que tratará de aportarle Carles Pérez, un perfil de futbolista explosivo, encarador, que no tenía el Celta y que era una de sus prioridades en este mercado de fichajes.
Pero la contratación de Carles Pérez –a cuyo fichaje se siguen dando los últimos retoques con la intención de que al comienzo de la próxima semana pudiera estar ya entrenando con el resto de compañeros en Mos que ya habrán regresado tras la gira por México y Estados Unidos– también tiene otras perspectivas interesantes. El atacante catalán puede llenar diferentes casillas del ajedrez de Coudet (dando por sentado que el argentino no va a modificar su libreto) y eso también puede poner en circulación otras de las piezas de la actual plantilla como son los casos de Oscar Rodríguez y Luca de la Torre, a quienes no se adivina una posición muy clara en el actual 4-1-3-2 del argentino. Carles Pérez puede ser un elemento clave porque en el canterano del Barcelona sí se aprecia una capacidad para jugar en cualquiera de la dos bandas (en el club catalán solía hacerlo preferentemente por el costado derecho) y, llegado el caso, también para ejercer como pareja de baile en ataque de Iago Aspas o de cualquier otro delantero que pueda incorporarse este verano como podría ser el caso de Borja Mayoral. Su presencia en un puesto o en otro influirá a buen seguro en el papel que Coudet le dé a muchos de sus compañeros. Porque sobre todo Carles Pérez parece condenado a convertirse en uno de sus abrelatas por su decisión para lanzarse a por el defensa de su turno y Coudet tendrá que elegir por qué zona prefiere abrirle vías de agua al rival. Pero más allá del puesto en el que se acabe instalando el delantero catalán, a esta hora lo que más llena a buen seguro a Eduardo Coudet es saber que este año cuando necesite echarle pimienta a los partidos encontrará con quien hacerlo.
