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Miguel Rodríguez (derecha), Alfon y Gabri Veiga (izquierda) celebran un gol del delantero redondelano al Calahorra en Barreiro. // MARTA G. BREA

Un buena temporada para la cantera

La gran campaña del juvenil, principal éxito de las categorías inferiores en un año donde el filial cumplió el objetivo básico, pese a la decepción de no jugar el play-off

El ejercicio 2021-22 se ha cerrado con éxito para los equipos de las categorías inferiores del Celta, a la espera de lo que suceda mañana con el equipo juvenil de División de Honor en la semifinal de la Copa de Campeones que va a enfrentar al conjunto celeste con el FC Barcelona en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y puede poner la guinda a una magnífica temporada. El conjunto que dirige Claudio Giráldez, con una muy interesante remesa de canteranos, llega a esta penúltima ronda tras eliminar en cuartos de final al Atlético de Madrid, semifinalista de la última edición de la Youth League, tras una campaña inmaculada de finalizó con récord de puntos en la liga de División de Honor frente a uno de los mejores del conjuntos del Deportivo que se recuerdan en muchos años y clasificarse de forma brillante para la fase final de la Copa del Rey, donde los celestes fueron eliminados en semifinales por el Espanyol.

El equipo juvenil posa tras meterse en semifinales de la Copa de Campeones.

No ha sido infrecuente ver este año a jugadores del equipo juvenil entrenarse con el primer equipo a las órdenes de Eduardo Coudet. Futbolistas como Hugo Sotelo, Damián Rodríguez y Hugo Álvarez han sido convocados por el técnico del primer argentino para partidos de LaLiga y el último tuvo la oportunidad de estrenarse con la primera escuadra celeste en Primera División. Coudet le dio 10 minutos en la última visita al Coliseum.

De menor calado ha sido la temporada del Celta B, donde pesa todavía que el equipo de Onésimo Sánchez se quedase a última hora fuera del play-off de ascenso por el que vino peleando a lo largo de toda la temporada. El chasco fue considerable porque el filial dependía de sí mismo en las dos últimas jornadas para certificar el objetivo y se quedó sin premio debido un gol del Majadahonda en el ultimo minuto de descuento, pero la decepción de verse eliminado se ha visto en cierto modo compensada el brillante juego desplegado en muchos partidos en una categoría nueva para el equipo en la que el objetivo básico de una confortable permanencia se vio cumplido con creces. Gabri Veiga y Miguel Rodríguez, en su primer año como jugador del filial, han sido los futbolistas que más han destacado (20 goles entre ambos) en un año que también se recordará por la despedida del capitán, Diego Pampín.

A pesar de que el segundo equipo celeste cierra el curso con los deberes básicos hechos, la polémica ha acompañado al Celta B a lo largo del curso por la evidente falta de comunicación entre Eduardo Coudet y Onésimo Sánchez en la gestión de la cantera. “Dicen que estoy enemistado con Onésimo, pero ni nos cruzamos. No entiendo las disputas entre gente que no se ve”, dijo el preparador argentino de la relación con su colega del filial evidenciando que ambos transitaban caminos separados. Coudet justificó la ausencia de canteranos en la mayoría de las convocatorias del primer equipo en el hecho de no poder contar con los canteranos en los entrenamientos y el técnico del filial dejó claro desde el primer momento que solo iban a jugar aquellos jugadores que trabajasen habitualmente a su órdenes.

El debate entre si el Celta debía ser un equipo competidor o un equipo formador acompañó al filial a lo largo de toda la temporada y es un asunto que todavía colea a la hora de reformular el modelo del Celta B para los próximos años. ¿Debe el filial priorizar la competición sobre la formación o la provisión de jugadores de la cantera a la primera plantilla tiene que ser principal motivación? Cabe recordar que los valores más prometedores de la cantera tuvieron pocos minutos con Onésimo en el inicio de curso, pero su situación cambió con el paso de los partidos. El peso de jugadores como Gabri o Miguel en el final de temporada del filial fue más que notable.

A la hora de hacer balance, no se puede olvidar la solvente temporada firmada por el Celta C Gran Peña, un equipo de nuevo cuño creado por el club para dar cabida a los juveniles con menos opciones de llegar al filial, que este primer año de vida logró el ascenso a Tercera RFEF bajo de la dirección de Srdan Bajcetic.

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