Un batacazo que solo tiene un precedente histórico

Es la segunda vez en su historia que el Celta en Primera División es eliminado por un equipo de Segunda B

Iván Villar trata de despejar un balón durante el partido. |  // LOF

Iván Villar trata de despejar un balón durante el partido. | // LOF / J. conde

Ibiza lamentaba ayer que las restricciones por la pandemia del coronavirus impidiesen celebrar como se merecía la goleada ante el Celta. El ambicioso proyecto de Amadeo Salvo obtendrá más impacto mediático por eliminar al octavo clasificado de Primera División que cuando en el verano de 2018 fichó a un casi retirado Marco Borriello, delantero italiano que pasó por la Juventus, el Milan o la Roma. Es la primera vez que el UD Ibiza, al que el expresidente del Valencia rescató en 2015 con 50.000 euros y adquirió la plaza de Segunda B del Lorca, supera en la Copa del Rey a un equipo de la élite. Rozó la hazaña el año pasado ante el Barcelona, pero los dos goles de Griezmann acabaron con las ilusiones de la afición de Can Misses para hacer historia.

El Celta, por su parte, puso un nuevo borrón en su torneo favorito. Es el segundo de este calibre como equipo de la máxima categoría. El primer gran tropiezo en la Copa lo sufrió en otra localidad mediterránea famosa por sus fiestas de verano. El Benidorm dejó fuera del torneo del KO a los célticos en noviembre de 1992, con Txetxu Rojo de entrenador. En aquella eliminatoria, los célticos sumaron un empate sin goles en la localidad alicantina y en la vuelta se produjo la gran sorpresa. El partido se llevó a Lalín porque Balaídos había sido clausurado por sanción federativa. El Benidorm se impuso por 3-4 ante un Celta que entonces contaba en la máxima categoría con jugadores como Cañizares, Jorge Otero, Ratkovic o Patxi Salinas. Como ayer en Ibiza, el chico se comió al grande porque, sobre todo, puso más interés e intensidad en el juego.