Las posibilidades de completar LaLiga 2019-20 disminuyen a medida que aumentan los afectados por la pandemia de coronavirus. La competición de fútbol continúa suspendida en España a falta de once jornadas para su clausura y la nueva prórroga del estado de alarma incrementa las posibilidades de dar carpetazo a la actual temporada. Esta situación de emergencia sanitaria obligaría a los clubes a devolver a sus aficionados parte de lo cobrado por los abonos. El Celta, en ese caso, se vería obligado a reintegrar a sus socios la parte proporcional del abono correspondiente a los seis partidos que todavía restaban por disputarse en Balaídos. Esa cifra alcanzaría los 1,3 millones de euros teniendo en cuenta que el club calculó en el presupuesto de este curso una recaudación de 4,2 millones por cuotas de abonados y socios.
Por el momento, LaLiga ya ha aplazado cuatro jornadas del campeonato regular, en las que el Celta tenía que recibir en casa al Villarreal y al Alavés y visitar al Valladolid y a la Real Sociedad. Nadie se atreve a dar por concluida la temporada, pero esta posibilidad aumenta en la medida que surgen noticias como la suspensión de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 o la Eurocopa. Y los plazos también se acortan para el fútbol mientras se prevé que el confinamiento de la población se alargue. Jugadores y aficionados rechazan que se jueguen a puerta cerrada los partidos que restan. Si se diese por finalizado el curso, los equipos estarían abocados a afrontar cuantiosas pérdidas económicas debido a los derechos de televisión y esponsorizaciones, así como parte del dinero pagado por sus socios por toda una temporada que no se completaría.
En los presupuestos para la campaña 2019-20, el Celta estimaba unos ingresos por abonados y socios de 4,2 millones de euros, una cifra sensiblemente inferior a la del curso anterior (250.000 euros menos). Esa recaudación se esperaba alcanzar tras los diecinueve partidos de LaLiga previstos en Balaídos. Sin embargo, por el momento se han disputado 13 de estos compromisos y los 6 restantes suponen el 31,5 por ciento del abono de toda la campaña. Ese es el porcentaje que el club vigués tendría de devolver a sus socios, en principio, aunque pueden establecer otras formas de compensación, como que esa cantidad se descuente en los abonos de la temporada que viene. Quienes no renueven el carné podrían reclamar la devolución de la cantidad correspondiente.
Esas devoluciones rondarían los 1,3 millones de euros (el 31,5 por ciento de la recaudación total por abonos). Un socio proponía ayer a través de las redes sociales que ese dinero se donase para hacer frente a la emergencia sanitaria.
Si LaLiga diese por concluida la temporada a falta de once jornadas, los abonados del Celta tendrían derecho a que el club les devolviese unas cantidades que van desde los 218 euros a los socios de Tribuna Alta y los 15 euros correspondientes a la cuota infantil. A los de Tribuna Baja y de Río Bajo, 161 euros de devolución; a los de Río Alto, 145 euros; a los de Gol, 101; a los de Marcador, 92; y a la Bancada Siareiros, 78,75 euros. A los menores de 25 años, entre 146 y 44 euros; y a los mayores de 65 años, entre 137,6 y 60,7 euros.
Mientras tanto, Javier Tebas, máximo dirigente de LaLiga, conserva el optimismo de que la temporada llegue a su término aunque sea con retraso. Incluso parece dispuesto a que se jueguen partidos cada 48 horas. Los clubes, por su parte, ven la fecha del 30 de junio como un muro difícil de franquear para superarlo con partidos de liga. A finales de junio es el momento de la finalización de contratos y cuando los cedidos han de regresar a sus equipos de origen.
La nueva prórroga del estado de alarma llevará la suspensión del campeonato al menos hasta mediados de abril. Restan once jornadas, en las que el Celta tendría que recibir en Balaídos a Villarreal, Alavés, Barcelona, Betis, Atlético de Madrid y Levante, además de acudir a los campos del Valladolid, Real Sociedad, Mallorca, Osasuna y Espanyol, donde en principio estaba previsto que finalizase su participación en esta campaña.
Aparte de la devolución del 31,5 por ciento del precio de los abonos, el Celta y los demás clubes de Primera División se enfrentan a la reducción de ingresos por los derechos de televisión de esas once jornadas y a esponsorizaciones cuyas empresas también reclamarían la parte proporcional a los encuentros que dejen de disputarse si se adelanta la clausura del curso.
