Óscar García Junyent, que será presentado en las próximas horas como nuevo entrenador del Celta hasta final de temporada, ha firmado esta mañana en A Sede su contrato. Junto al presidente Carlos Mouriño el técnico de Sabadell oficializó su vinculación con el club celeste, que anunció también la composición de su cuerpo técnico. Así, Roger García ejercerá como segundo entrenador, Quique Sanz será el preparador físico y Rubén Martínez, el analista.

Esta tarde, a partir de las 16.30 horas, dirigirá su primer entrenamiento al frente del equipo celeste en A Madroa, en una sesión que se anuncia que será a puerta cerrada, mientras que la presentación se espera que se realice mañana.

A su llegada a Vigo, el técnico aseguró que dirigir al Celta es un reto "muy ilusionante". El sustituto de Fran Escribá en el banquillo de Balaídos llegó pasadas las diez de la mañana al aeropuerto de Lavacolla (Santiago de Compostela), y desde allí se desplazó por carretera hasta la sede del Celta, donde lo esperaba el presidente y máximo accionista de la entidad, Carlos Mouriño. "El Celta siempre ha sido uno de mis equipos preferidos por su manera de entender el fútbol y por su afición", declaró a los periodistas García Junyent, que encara "muy ilusionado" su primera experiencia como entrenador de Primera División tras su paso por Inglaterra, Grecia, Francia o Austria.

"Venimos en una situación complicada pero con muchas ganas de sacar al Celta de ahí abajo lo más rápido posible. Es un reto bonito, ilusionante", apuntó el ex futbolista, que se marca como objetivo que la afición disfrute: "Queremos poner al Celta donde se merece, dar un buen espectáculo".

García Junyent no quiso hablar sobre los motivos que han llevado al Celta a caer a la zona de descenso, "desde fuera se pueden ver unas cosas y desde dentro otras", y ahondó en que tener "buenos jugadores" no es sinónimo de éxito: "Con eso no nos llega, los hechos y los puntos están ahí".