Nada llegaba con claridad a la mente del hijo pequeño del panadero, ya de once años, pues a pesar de que se daba cuenta que su hermano mayor se había establecido, como panadero, al otro lado de la ría, en Vilanova de Arousa, veía cómo el segundo de sus hermanos seguía jugando sus partidos, con jugadores pegados en cartón. Como también era consciente de que el tercero de sus hermanos era el que trabajaba en la panadería en vez de su hermano mayor. Una panadería que se había reformado para vivir en ella y así no tener que cruzar casi todo el pueblo de noche, para ir a trabajar en el horno. Casa que aun no estaba terminada por lo que seguían viviendo en la de las galerías blancas, en la cual su madre cuidaba con verdadero mimo de la segunda de sus hijas, que había contraído la tuberculosis, la enfermedad de moda. A pesar de presentir, más que ver, la preocupación de sus padres por la hermana enferma, seguía siendo un niño feliz con sus programas de cine y la afición al fútbol que se estaba despertando en él. Desde luego se le veía un muchacho feliz, que era lo que mostraba cuando jugaba en la playa o en el "relleno" con sus amigos o bien con su perrito peludo "Dike". Mientras todo esto sucedía en el hermoso y pequeño rincón de la Ría de Arousa, Franco formaba un nuevo Gobierno y expulsaba de España a Pierre Laval, y en Vigo se continuaba homenajeando a los jugadores del Celta por su ascenso, al mismo tiempo que la junta directiva, presidida por Luis Iglesias, trabajaba para los proyectos que se tenían para la próxima temporada, como era incrementar el número de socios. El futuro del Celta en el aspecto económico se empezaba a ver mejor gracias, esta vez, a la respuesta dado por el celtismo.
El 16 de julio de 1945, el alcalde de Vigo, Luis Suárez-Llanos Menacho, anuncia el acuerdo llegado con la sociedad "Stadium de Balaidos" y el Real Club Celta, con el cual se llevó a cabo la compra de Balaídos por 856.000 pesetas. Cantidad que era facilitada en préstamo hipotecario, a cancelar en 20 años como máximo, por la Caja de Ahorros. El Celta cedía sus derechos de propiedad al ayuntamiento, conservando el usufructo del estadio, que pasaría igualmente al municipio al cabo de 20 años o antes, si se cancelaba el préstamo hipotecario al que tenía que hacer frente. Por lo cual y en compensación por estos derechos, el Ayuntamiento se compromete a subvencionar al Celta durante 20 años con 70.000 pesetas, que se destinarían exclusivamente al pago de los intereses y amortización de la deuda, de la que quedaba excluido si se cancelaba anticipadamente.
Así como las altas de los nuevos socios se iban produciendo, las gestiones a reforzar el equipo también daban su fruto, como lo fueron el fichaje del magnífico defensa del Atlético Aviación Mesa, y de Retamar, del Racing de Santander. Platko comienza la temporada con los clásicos partidos amistosos y el mundo vuelve a contener el aliento en este mes de agosto, al hacer estallar, el día 6, los norteamericanos su primera bomba atómica en el Japón. Lo que trajo más incertidumbre al mundo y sobre todo a España, que vería aumentada ocho días más tarde con la rendición del Japón. Cesáreo González, metido ya productor de cine, en una de sus visitas a su ciudad de Vigo, le ofrece al Celta un cheque por valor de 10.000 pesetas. Y la junta directiva, en reunión extraordinaria, acuerda nombrarle presidente de honor. Nombramiento que fue acogido con gran satisfacción por todo el celtismo y por el reconocimiento de su ciudad natal, por el apoyo que siempre le había prestado al Celta desde su fundación. Reconocimiento este que, con el paso del tiempo, se quedaría en un incomprensible y desagradecido olvido, tanto por el Celta como por la ciudad e incluso por Galicia, la que tanto promocionó por el mundo con sus películas de temas gallegos.
En el primer partido de Liga, que el Celta juega en Balaídos contra el Castellón, ilusiona a los espectadores con su triunfo por 4-0. Lo mismo que sucede con el siguiente, jugado en Sevilla, donde la delantera celeste se sigue mostrando goleadora al empatar, 3-3, con el Sevilla. Es en la tercera jornada, jugada en Balaídos, contra el Sporting de Gijón, cuando el Celta sufre su primera derrota, 2-3, y en cuyo partido por fin debuta Mesa y Fuentes, cuya salud preocupa a la afición, vuelve al equipo. Platko, que aún no tenía un equipo acoplado y estructurado, vuelve a salir derrotado con el Celta, 4-1, en Sarria por el Español. Ante el que se notó la ausencia de Pahiño, por decisión del entrenador, pese a que se mostraba como uno de los grandes delanteros centros de nuestro fútbol. Lo cual quedó demostrado al domingo siguiente en Balaídos, donde el Celta derrota, 6-1, al Alcoyano, con tres goles de Pahiño. El Celta vuelve a perder en el Metropolitano contra el Atlético Aviación, 3-2. Para jugar el próximo partido nada menos que contra el Athletic de Bilbao, declarado día del club, y que había despertado una gran expectación en toda Galicia, lo que hizo que el estadio registrara una muy buena entrada, y donde el cuadro vigués se vio superado, 1-2, por los bilbaínos.
En noviembre, Luis Casas Pasarín, pontevedrés y antiguo jugador del Fortuna y Celta, es nombrado seleccionador nacional. Nombramiento que es muy celebrado en Vigo, ya que, con Pasarín, se espera se revalorizaría algún jugador del Celta, con el entorchado internacional. Ya que al perder en Valencia, 5-1, en la octava jornada, la situación del Celta en la tabla es muy delicada. Situación esta que se agrava siete días después, al no conseguir más que un empate, 1-1, frente al Murcia en Balaidos. Con solo cinco puntos y clasificado tercero por la cola, la junta directiva trata de buscar soluciones para mejorar la marcha del equipo en la Liga, y decide reforzarlo con el medio Ortiz, para suplir la ausencia de Fuentes, que al parecer no estaba muy bien de salud, y que pertenecía al Athletic de Bilbao. Lo que no le valió para no salir derrotado, 1-0, en Bellavista, frente al Oviedo. Como tampoco le valió para salir derrotado escandalosamente en Balaídos, ante el Barcelona,1-5. Después de esta escandalosa derrota, el 13 de diciembre, el Celta llega a un acuerdo con el Deportivo de La Coruña, que luchaba para retornar a Primera División, para el traspaso de su magnífico portero Simón, que dada la gran clase de Acuña, estaba destinado a terminar su carrera deportiva siempre de suplente del gran Juanito Acuña. El Celta paga 60.000 pesetas y la cesión de Bermejo, por el traspaso del pequeño pero gran guardameta Simón que, por su gran clase y agilidad, se convertiría en el guardameta que más partidos defendió el portal céltico. Debuta con el Celta contra él Hércules en Alicante, al que derrotan, 1-4, al igual que 20 años después lo haría Padrón, otra de las leyendas célticas. Por enfermedad del entrenador Platko, el partido lo dirigió desde la banda Armando, el suplente del entrenador y exjugador celeste.
La primera vuelta del campeonato se cerraba el domingo 30 de abril de 1945, con la esperanza de vencer al Real Madrid, para luego encauzar definitivamente la marcha del club en el campeonato, con la esperanza de conservar su puesto entre los equipos españoles, que militaban en la División de Honor. En aquel sábado, 29 de diciembre de 1945, la víspera de tan transcendental partido en Vigo contra el Real Madrid, el tiempo en La Puebla del Caramiñal, seguía siendo de llovizna, el "cala bobos" o bien como la conocida "poalla" en gallego, en el que el hijo menor del panadero, con sus ya once años, esta alegre y feliz, porque el domingo se proyectaba una de las películas de espadachines, que tanto le gustaban: "La Máscara de Hierro". Y como no quería perderla, junto al amigo de siempre, sellaban con el tampón del cine los programas que el domingo por la mañana tenían que repartir por el pueblo, si querían ver gratis la película. Y con el deseo de ver pronto aquella gran película, un primo suyo, desde la entrada de la ferretería del hombre que llevaba el cine, le hizo saber: "Tienes que ir para casa, tu hermana Lola se está muriendo".
Al oír aquello, el muchacho salió corriendo para la alta y amplia casa de las galerías. Donde se encontró con las escaleras ocupadas de mujeres enlutadas que rezaban por su hermana muerta. Luego no recordaría si también él había llorado. Solo recordaba que los habían llevado a él y a su hermano mayor a pasar la noche en casa del panadero que trabajaba en el horno. También recordaría la gran cantidad de gente que se había concentrado en la acera de la casa, para asistir al entierro de su hermana de 17 años. Después de ocho años, volvían el luto y el dolor de la muerte a su familia, que era lo que sentía en su interior, aunque no lo comprendía del todo, dada su corta edad. En este domingo de final de año, justo a la hora del entierro de su joven hermana, el Real Club Celta se enfrentaba al Real Madrid en el estadio de Balaídos, en el partido con el que se cerraba la primera vuelta del campeonato, y en el que los merengues fueron derrotados por un claro y rotundo 3-0. Que devolvía por completo la confianza en todos los aficionados.
La segunda vuelta del campeonato, el Celta la comienza jugando contra el Castellón, donde sale derrotado por 2-1, para luego en Balaídos derrotar con contundencia al Sevilla, 4-0, que luego se alzaría como campeón de esta Liga. Los celestes vuelven a ser derrotados, 2-1, en Gijón, para volver alzarse con la victoria, 4-1, en Balaídos ante el Español de Barcelona. Antes de comenzar este partido, cabe destacar que el presidente del Celta, Luis Iglesias, le entrega a Cesáreo González el título de presidente de honor. El Celta vuelve a salir derrotado de Alcoi, donde el Alcoyano le hace encajar un 4-2. Así como fuera de casa el Celta no consigue alzarse con la victoria, en Balaídos es inexpugnable, lo que demuestra con la contundente victoria ante el Atlético Aviación, que sale vapuleado con un rotundo 6-1. Pierde por la mínima en San Mames,2-1, ante el Athletic de Bilbao. Para empatar en Balaídos con el Valencia, 1-1, cediendo en este partido el único punto que deja de ganar en su estadio, durante todo la segunda vuelta. Vuelve a salir derrotado de La Condomina frente al Murcia, 1-0, en cuyo partido debuta Gaitos, un defensa del Berbés, todo pundonor y valentía. El Celta vuelve a ganar en Balaídos al Oviedo, 3-2, para encajar en Las Corts un 3-1, para luego salvar en Balaídos los puestos de promoción, al vencer al Hércules de alicante 4-2. Finalizando el campeonato con una amplia derrota en Chamartín, ante el Real Madrid por 6-0, en cuyo encuentro se lesionó Simón y tuvo que ocupar su puesto, como portero, Retamar.
Una vez cumplido el objetivo de la permanencia en Primera División, un poco antes, el entrenador Platko anuncia su cese, a petición propia y por causas imprevistas, por lo que Armando, su segundo, ocupa el puesto de entrenador del club celeste. Y tras cerrarse el campeonato de Liga, de la que el Sevilla se proclamó campeón, mientras descendían a Segunda Alcoyano y Hércules, el Celta se preparó, a las ordenes de Armando, para disputar la "Copa del Generalísimo", en la que, en la primera eliminatoria, deja fuera al Jerez. Para caer contra el Valencia en la segunda ronda. Este fracaso copero hizo que el Celta jugase la "Copa Galicia" bajo el sistema de la Liga y en dos grupos Norte y Sur, en los cuales se proclamaron campeones el Celta, en el grupo Sur, y el Deportivo, que había vuelto a la División de Honor, en del Norte. Después de jugarse 210 minutos para deshacer el empate, entre el Celta y el Deportivo, y dado el cierre de temporada, se toma la decisión de jugar esta final en la siguiente temporada: 1946-47.
