El primer paso en la construcción del nuevo Celta será la contratación del entrenador y Fran Escribá es, hoy por hoy, la primera y única opción que maneja el club vigués para liderar el proyecto deportivo para el próximo curso. El club y el técnico valenciano se reunirán en los próximos días para definir su relación de futuro. En A Sede no se contemplan de momento otras alternativas.

Las condiciones para la continuidad del preparador valenciano son muy favorables. La directiva que preside Carlos Mouriño está satisfecha con la contribución de Escribá a la reacción del equipo en un momento de suma dificultad y valora tanto su método de trabajo como su gestión del vestuario.

La mala experiencia vivida este mismo curso con técnicos sin experiencia en el campeonato español y con escaso currículo en el fútbol europeo ha convencido a la entidad celeste de la necesidad de contar con un entrenador que conozca en profundidad LaLiga.

Una de la cuestiones que más se valoran es precisamente el oficio mostrado en estos meses por Escribá y el punto de sensatez y sentido de la realidad que ha proporcionado al equipo en un momento de depresión. Esta circunstancia ha sido puesta también en valor por los pesos pesados del vestuario, que son claramente partidarios de la continuidad del técnico. Por eso, la opinión generalizada en el consejo de administración celeste es que Escribá se merece la oportunidad de liderar un proyecto desde su inicio.

La disposición del técnico a renovar con el Celta es también muy favorable. Le gusta la ciudad, el club y está convencido de que puede armar un equipo interesante y competitivo en el que dejar su impronta a poco que se mantenga el actual núcleo de jugadores y se refuercen determinadas posiciones.

La buena disposición de las partes no significa, sin embargo, que vaya a producirse con seguridad un acuerdo, sino simplemente que se dan las circunstancias para ello. Todo queda pendiente de la inminente reunión que el técnico mantendrá con los responsables celestes, en la que deben perfilarse las condiciones del nuevo contrato (salario, duración, incentivos, remuneración del cuerpo técnico) y las pautas para la construcción del nuevo equipo (entradas, salidas fichajes), en cuya configuración el técnico, como ya ha deslizado, quiere tener voz.

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El Celta, en todo caso, no ha tanteado ni tiene previsto tantear otras opciones antes de reunirse con Escribá. Éste es el compromiso que han alcanzado ambos cuando el valenciano sustituyó a Miguel Cardoso. a comienzos del pasado mes de marzo El Celta le ofrecía entonces a Escribá temporada y media, pero el técnico prefirió tomar las riendas del equipo y vincular su futuro en el equipo a los resultados obtenidos. La consecución del objetivo de la permanencia, pese a los altibajos mostrados en algunos partidos, especialmente lejos de Balaídos, es otro de los factores que favorece la renovación de su contrato.

Pese a todo, la larga y emotiva carta con aroma a despedida que el técnico dirigió ayer al celtismo a través de su cuenta de Facebook para agradecer su apoyo al equipo propició cierta confusión sobre su continuidad. El técnico, que por la tarde se acercó al campo de Barreiro para seguir el encuentro del filial contra el Salmantino se apresuró, sin embago a aclarar sus intenciones.

"El mensaje no es de despedida", explicó Escribá en declaraciones a la TVG. "Es cero despedida y cien de agradecimiento. Lo digo con sinceridad y me gusta aclararlo. Que nadie interprete eso porque no tiene esa connotación", precisó el técnico, que confirmó que su futuro quedará definido en la reunión (a la que no puso fecha) que tiene previsto mantener en los próximos días con los responsables del club. "Esta semana el club y yo tenemos que hablar de muchas cosas. Tengo comunicación fluida con Felipe [Miñambres, el director deportivo]. Nos vamos a juntar y hablaremos de eso", remachó.