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El Celta suma en una jornada propicia

Los de Escribá rebañan con el cuchillo entre los dientes ante el rocoso Leganés otro empate que les aproxima a la salvación

Stanislav Lobotka arma el disparo ante Óscar García durante el partido de Liga disputado ayer por el Celta en el estadio de Butarque. // LOF

Puntito a puntito, despacito pero con buena letra, se aproxima el Celta a la salvación. El esforzado empate sin goles rebañado con el cuchillo entre los dientes frente el rocoso Leganés en Butarque revaloriza el logrado hace unos días en la cancha del Espanyol y despeja el horizonte de nubarrones en otra jornada propicia para los celestes, que se ven favorecidos por las derrotas del Valladolid y el Levante y esperan que el Girona pierda hoy frente al Sevilla para apuntalar la permanencia ganando el próximo sábado a un Barcelona que presumiblemente comparecerá en Balaídos mermado de estrellas.

Tal como viene siendo costumbre desde que Iago Aspas regresó para rescatar al equipo de la penuria futbolística, el conjunto de Fran Escribá fue de más a menos en el partido frente a un rival que enseguida le apretó las clavijas y le generó todo tipo de problemas en un primer tiempo de manifiesto color pepinero. No es casualidad que solo tres equipos (Villarreal, Girona y Athletic) hayan conseguido ganar esta temporada en Butarque, un campo que Pellegrino ha convertido en un fortín y en el que el Leganés ha sumado 29 de los 42 puntos que adornan su casillero.

Aunque Rubén no tuvo que realizar grandes intervenciones, el Leganes fue el dueño y señor de un primer tiempo sumamente intenso, en el que los de Pellegrino monopolizaron la iniciativa y la pelota y ganaron todos los duelos.

Los celestes, sin embargo, se las apañaron para sobrevivir a la incontestable superioridad pepinera sin sufrir daños de importancia y dieron tras el intervalo, cuando la agresividad del rival remitió levemente, un paso adelante que cambió el equilibrio de poder en el choque e incluso pudieron llevarse los tres puntos en un remate de Iago Aspas que Omerou sacó sobre la misma línea de gol con Cuéllar vencido.

hjulsager

Fran Escribá sorprendió con la titularidad de Andrew Hjulsager, un futbolista residual en este Celta, pero con voluntad de hierro. El preparador valenciano apostó por el danés en perjuicio de Ryad Boudebouz, la elección del técnico para ocupar la banda derecha tras lesionarse Brais Méndez en el partido contra el Huesca.

Frente a un rival tan intenso, agresivo y rigurosamente táctico como el Leganés, Escribá priorizó la capacidad de trabajo y esfuerzo defensivo del danés sobre la calidad del franco-argelino, al que reservó ayer el papel de revulsivo. Hjulsager estuvo, como siempre, voluntarioso y contribuyó a cerrar espacios al rival, pero también mostró limitaciones contra un adversario que enseguida llevó el partido al terreno que convenía a su juego.

superioridad pepinera

Privado del balón, el Celta sufrió mucho durante un primer tiempo en el que el Leganés impuso su superioridad física para manejar los tiempos. Los de Pellegrino fueron más intensos, se llevaron todos los rechaces y sometieron a Rubén a un constante bombardeo de centros laterales buscando en el área céltica a En-Nesyri y Braithwait, su peligrosa dupla de delanteros.

Pero aunque la sensación de peligro flotó a menudo en el ambiente, no tuvo el guardameta mosense que realizar grandes paradas y gracias al excelente trabajo realizado por Cabral y Araújo (de nuevo con valiosa contribución de Olaza) solo tuvo que intervenir para atajar con seguridad los numerosos balones que le llegaron por alto.

desconexión

El Celta apenas se asomó a los dominios de Cuéllar con un disparo muy alto de Jozabed (que ayer acompañó a un solvente Lobotka en el eje del medio campo) y una larga contra mal finalizada por Aspas, muy desconectado, como el resto de los integrantes del frente ofensivo (especialmente Boufal) del juego. El parisino, del que se esperaba bastante más después de convertirse en el artífice del triunfo ante el Girona casi no entró en escena y cuando lo hizo fue para perder la pelota.

reacción celeste

Las tornas cambiaron en el segundo tiempo. El Celta dio un paso al frente y seguramente también porque el Leganés acusó el esfuerzo fueron los de Escribá los que llegaron con más peligro a la portería rival. El Celta se hizo con la pelota, pero su dominio fue también yermo, en buena medida porque el Leganés supo trabar el partido con faltas casi siempre que los celestes robaban para armar las jugada. En esta fase Cuéllar detuvo en dos tiempos un potente disparo raso de Hugo Mallo prácticamente en la primera acción ofensiva de mérito del desdibujado capitán (y del Celta) en el partido.

sobre la misma línea

El cielo lo acarició poco después Aspas, que tiró una pared a Maxi y se anticipó a Cuéllar para enganchar en el aire un remate de gran dificultad que Omerou sacó providencialmente sobre la línea de gol con el guardameta pepinero vencido, hurtando la victoria al Celta por cuestión de milímetros.

cambios improductivos

Tanto Fran Escribá como Mauricio Pellegrino movieron el banquillo en busca del triunfo. El argentino cambió a sus dos delanteros e introdujo sin éxito un atacante más en la fórmula; el valenciano dio entrada a Boudebouz (que suplió en banda izquierda al impreciso Boufal) y a Brais (que entró por Hjulsager), pero ni el argelino, ni el mosense, que entraban de refresco, contribuyeron a poner la marcha más que el Celta necesitaba para ganar el partido.

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