De verdad que no entiendo tanto alboroto sobre Inglaterra y Cataluña. Que se van, ¿no? Con lo interesante que resulta Cornwall. Con lo bonito que es Puigcerdá. Con su pista de hielo y esas noches frescas que no te dejan. Y cómo se echa de menos Puigcerdá en invierno. Solo lo sabe quien haya visitado las calles de Puigcerdá en enero.

Nosotros hace tiempo que nos hemos independizado. Sin quererlo. Cosas de la geografía. El tren de León y Zamora solo llega a tiempo a Compostela, como mucho. Los convoyes con destino a Vigo se quedan sin maquinistas en Monforte. De Lemos a Guixar hay que empujar. Los aviones gallegos tienen que dar un salto en Madrid antes de ver mundo. No vaya a ser que aprendan a volar. No es raro encontrar en Malpica o Teis gente que te cuente maravillas de Capetown, Hamburgo o las Scheichelles. Algunos van hablando alemán y holandés por los muelles del Atlántico. Y otras llegan de Suiza charlando en cuatro idiomas. Gallegas que han trabajado en la "Krankenhaus" , utilizan la "pubella" y han vivido en "Orleanes". Son nuestras relaciones internacionales. Cada gallega es una diplomática internacional en potencia. De hecho, Moby Dick fue liberada por marineros gallegos en el Gran Sole.Y es que somos una ONG errante, aunque no lo parezcamos.

Por aquí solo vienen los meseteños a tomar sus baños, comer y escapar del calor. Aparte de la ingesta de comida, no parecen mostrar mayores aptitudes. Continúan pensando que Sanjenjo, Mujía y Puerto del Sonido son bellos pueblos marineros. En las campañas electorales aparecen muchos personajes esteparios. De tanto en tanto, sin dejar huella.

Como país que somos en la UE, parte de las subvenciones vienen de Bruselas. Como parte de nosotros viene de Bruselas, Ginebra, París, Metz, Frankfurt, Buenos Aires, Montevideo, La Habana, Guinea española y resto de Galicia.