Ese miedo, esas ganas de correr hacia casa y luchar por estar solo con uno mismo.

Está claro que no funciona. Ni para jóvenes ni para mayores.

Hay que salir y compartir alegrías y miserias para relativizar todo lo bueno y lo malo que por nuestras mentes pasa y a veces nos engrandece y otras, por el contrario, nos destroza por dentro.

Animo a toda esa gente que está en casa con miedo a la sociedad.

Parte de la sociedad eres tú, sal para conocerte.