Cuando veo en las noticias hablar a alguno de nuestros gobernantes diciendo que los casos de desatención médica son puntuales no puedo más que solidarizarme con todo el personal médico que valientemente está ejerciendo medidas de protesta para denunciar la lamentable situación a la que nuestros políticos están condenando la sanidad pública.

Mi caso es el siguiente: Padezco de migraña crónica con aura, motivo por el cual llevo de baja seis meses, y los mismos seis meses de espera para ser atendida por un neurólogo en el Hospital Provincial, tras haber solicitado cambio de especialista. Finalmente, mi médico de cabecera me gestiona una cita para el día 28 de marzo, la cual es anulada un día antes porque no va a estar el doctor. Mi médico de cabecera hace unas llamadas y le informan que estando de baja tienen que citarme en los próximos quince días, cosa que por supuesto no ocurre. En Atención al Paciente desconocen esa norma y su respuesta es siempre la misma: "aquí no podemos hacer nada, ponga usted una reclamación" y tras encomiarles a que me faciliten a qué otro departamento puedo dirigirme, me contestan sin inmutarse que ellos no lo saben (entonces uno se pregunta perplejo cuál es la utilidad de este servicio). Tras cuatro reclamaciones por escrito, todas ellas sin contestar, una carta al Valedor do Pobo, y varias consultas privadas sin mejora, me deleito cada vez que escucho al responsable del Gobierno explicar el plan que han ideado para reducir el número y la duración de las bajas médicas.