Estos días ha salido en prensa la noticia de un individuo que golpeó a otro con una barra de hierro por unos aguacates hasta casi matarlo. De por sí, la noticia ya resulta espeluznante, pero al seguir leyendo, ésta ha abierto una herida que casi tenía cicatrizada. Y es que por desgracia este mismo individuo fue el que mató hace muchos años a mi tío.

Es por ello que me gustaría recordar a José Pereira (patrón de costa), mi tío, el cual se enfrentó a un grupo de delincuentes que acosaban a una joven y que no dudó en ningún momento en enfrentase a todos ellos, siendo este cobarde el que le clavó una navaja por la espalda con tan mala suerte que le perforó la arteria aorta y que hizo que en pocos pasos mi tío cayera muerto.

Seguramente si hubiera vivido, sabiendo lo introvertido que era (como buen marino), este hecho de ayudarla no lo hubiera ni siquiera contando.

Sé que han pasado muchos años, pero aún vive una de sus hermanas, con la cual estaba viviendo en aquellos años; y unos sobrinos que no lo han olvidado. Para nosotros cada vez que volvía de esos largo viajes y podíamos verlo era ya un "Héroe".

Hoy me gustaría que todos supieran de su gesta, y al igual que hacen mención a los asesinos, violadores y delincuentes también se hiciera referencia a todos esos héroes anónimos que no dudan en ningún momento en dar su vida por ayudar a otros. Hoy, después de tantos años, quiero ponerle nombre y apellido.