El caso de Asia Bibi, la cristiana pakistaní condenada a muerte por blasfemia en 2010, ya tiene un justo punto final después de haber pasado nueve años de calvario.

El Tribunal Supremo de Pakistán ha anulado la sentencia que pesaba sobre esta madre de familia, en un caso de evidente manipulación.

En medio de unas fuertes medidas de seguridad, la justicia de Pakistán ha resuelto que existían contradicciones entre los testigos con lo que no se considera probada la acusación de blasfemia. Por eso ha sido declarada inocente de todos los cargos, con lo que Asia Bibí ha quedado en libertad. Sin duda se trata de una libertad condicionada ya ha de vivir escondida y seguro que fuera de su país.