Cuando se han producido intentos de limitar los derechos de los ciudadanos con el recurso a la violencia y la toma del campanario de una iglesia, el ministro del Gobierno Central no puede culpar a los que ejercieron su condición de ciudadanos libres de lo sucedido. Marlaska, ministro de Interior del gobierno de España, que como juez se distinguió por su lucha contra el terrorismo, debía haber tenido en cuenta que entre aquellos que querían limitar el derecho de manifestación estaba Josu Zabarte, miembro que fue de ETA, responsable de 17 asesinatos de los que no se ha arrepentido.

Tal como se están poniendo las cosa, casos de estos, desgraciadamente, pueden abundar, entonces necesitaremos un ministro a la altura.