"La política es el paraíso de los charlatanes" (George Bernard Shaw)

Que se desbocaba estudiando, es de sobra conocido. Como también que sus conocimientos de Historia de España bebieron de los textos nihil obstat del franquismo. Y nos larga, ahora, las excelencias de Silicon Valley. El reino de la tecnología digital, de la Tercera Revolución Industrial, fruto de los programas de investigación y desarrollo financiados por grandes corporaciones y el sector público. Por lo tanto, la España del Sr. Casado, como la California de Europa, deberá invertir más en I+D que el resto de los países de la Unión Europea. Hacerlo, cuando gobierne, desde el sector público y obligar a las empresas a hacer lo mismo. En los últimos diez años se ha reducido considerablemente el dinero destinado I+D. Durante el gobierno de Rajoy el sector público lo financió por valor del 0,51% del PIB, frente al 0,64% de la UE-28, cuando al principio de su mandato rozaba esa media europea.

En el sector privado la cosa empeora. Las empresas españolas destinaron en I+D el 0,57% del PIB, frente a la media de UE-28 que fue del 1,07%. Según informe del Instituto de Políticas y Bienes del CSIC, para alcanzar ese porcentaje de la UE la primera empresa del Ibex-35 tendría que invertir en I+D todos sus beneficios en 2015. Sumando público y privado en España se invirtió en I+D 1,22% de su PIB, cuando la media europea fue del 2,02%. Para equiparse a Europa, España tendría que invertir 10.000 millones de euros.

La Administración puede afrontar el reto que le corresponde, asignando más partidas en los Presupuestos Generales del Estado hasta 2020. ¿Podrá hacerlo el Sr. Casado rebajando o suprimiendo impuestos? Datos de Eurostat: la presión fiscal en España es del 34,1% del PIB frente al 40,2% de la media de UE. Recaudamos en concepto de IRPF el 7,3% y la media europea es del 9,4%; en IVA, el 6,4%, siendo en la UE una media del 7,0%. En resumen, pagamos y recaudamos menos impuestos que la media de la UE. En cuanto al gasto público, en España es del 41,0% del PIB; en UE, la media es del 45,8%. Si gastamos más por el concepto de I+D, ¿cómo vamos hacerlo ingresando menos? ¿La política antisocial del austericismo aplicada por gobiernos anteriores?

La meta fijada por la UE, y dentro ella España, es que el sector privado aporte el 66% de financiación para I+D, como ocurre en USA y Japón, por ejemplo. Difícil empeño en una España, en la que predominan la pequeña y mediana empresa, y poca voluntad en hacerlo en las grandes empresas, más dadas a ahorrar costes y no a innovar. Reza un dicho que sacrificar la innovación para ahorrar costes es como parar el reloj para ahorrar tiempo. Pero no debemos olvidar que la tecnología ha de ser un instrumento para una mayor calidad de vida.