Sr. director de Faro de Vigo, como afectada y perjudicada por el abandono que sufre la Carretera N-120 por los términos de Mondariz y Ponteareas (Pontevedra), principalmente en el tramo entre los kilómetros 637 a 639 que cruza los núcleos tradicionales de Vilasobroso y San Lorenzo de Oliveira, de los municipios mencionados; nuestras viviendas colindantes con la citada vía de comunicación están asoladas por la maleza y enormes árboles que crecen al libre albedrío en terreno propiedad del indicado Ministerio de Fomento (hacia la misma carretera y encima de nuestras viviendas, concretamente también encima de la mía que no se libra de ello) muchos árboles amenazan con caer tanto en las casas como a la vía pública ofreciendo un enorme peligro bien por incendio o vendaval, además no guardan la franja de seguridad en los límites de las viviendas, según la normativa en vigor del Gobierno autonómico, para protección de incendios en las casas unifamiliares; acercándose aquí, pueden comprobarlo todos los medios de comunicación que lo deseen. No es pura invención.

Nos hemos puesto en comunicación por varios medios con la delegación provincial del Ministerio de Fomento -Unidad de Carreteras- Jefatura de Obras Públicas en Pontevedra, durante todos estos años, tanto en persona, como por medio del municipio, incluso por teléfono, pero el día 6 de noviembre de 2017 fui expresamente a Pontevedra (aunque soy una persona anciana) entregué yo misma en la citada delegación de Fomento un escrito con la referida petición para que corten los árboles y limpien las malezas; la respuesta fue el clásico silencio administrativo; pero en cambio, el todopoderoso ministerio ha venido a limpiar la maleza que afectaba al alumbrado público municipal que ilumina la vía, eso sí. ¿Por qué será? Seguro porque es de interés general. ¿Acaso no son de interés general nuestras viviendas y la seguridad del tráfico que por aquí circula? Si alguien pierde la vida, con un minuto de silencio y en pie todo arreglado.

Viviendo aquí toda la vida pagamos nuestros impuestos, y siempre pagamos varias veces por lo mismo, pero los servicios brillan por su ausencia.