Delfines, rorcuales y cachalotes, algunos de los cetáceos que habitan en el Mediterráneo, contarán con un área marítima protegida de 46.000 kilómetros cuadrados entre Levante, Cataluña y las Isla Baleares: el área marina protegida más grande del Mediterráneo. En ella, estarán a salvo de ruidos marinos y de nuevas prospecciones de explotación petrolera.

El Consejo de Ministros aprobó ayer un Real Decreto, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, por el que se declara Área Marina Protegida (AMP) el corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo.

Ruido submarino

El objetivo de este proyecto aprobado por el nuevo Gobierno es "proteger de los efectos que se asocian al ruido submarino" a la diversidad de especies marinas que usan la zona como paso migratorio hacia sus áreas de cría y alimentación. Así lo explicó la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

La protección de estas áreas es una de las labores de la bióloga, Sylvia Earle, premio "Princesa de Asturias".