Mínima regla de cortesía, dar la bienvenida, decir buenos días, tardes y noches, saludar, desear cosas buenas, etc. Al menos así me enseñaron a mí en la casa familiar de Parada de Sil, cuando era niña, entre mi madre maestra, mi padre y aportaciones de abuelos, tíos, vecinas, etc. Una niñez feliz, sí. Ahora ya no vivo allí, desde los ocho años, pero sigue siendo un ayuntamiento del PSOE. Un saludo a la alcaldesa, a Óscar Glez. Jr (está en el albergue: A fábrica da Luz), al tío Óscar y a la tía Lila, al abuelo Amadeo Glez. (D.E.P) y a la abuela (D.E.P también), a papá y al primo Toño, domiciliados demasiado jóvenes en el panteón familiar. Al nogal, a las viñas, al apodo "os canales" y sobre todo al Río Sil y al Río Mao. Una sonrisa en este día cargado de ilusión. A ver si es verdad que la corrupción es cosa del pasado y el dinero público ni se toca: se lo trata como se trataría un cristal de Murano, al fin son los impuestos de todos. Los españoles, tras la crisis que no se ha ido de las casas humildes, se merecen honradez y transparencia. Qué menos.