Soy una ciudadana, empresaria y, además, una esforzada estudiante viguesa. Ejerzo mi profesión de abogada en esta ciudad desde hace más de 15 años y en los escasos ratos libres de que dispongo he decidido emprender una nueva carrera universitaria a través de la Uned.

Mi desagradable sorpresa ha sido cuando este año, tras la inauguración de la sede en Vigo, anunciada a bombo y platillo por nuestro alcalde Abel Caballero, al llegar la convocatoria de los exámenes de febrero, me comunican que tengo que desplazarme a Pontevedra para realizar dichos exámenes. Es bastante lamentable que los vigueses hayamos tenido que esperar tantos años a la llegada de la Uned en Vigo, pero raya en el absurdo que "teóricamente" esté aquí y sin embargo no podamos examinarnos en ella (y tengamos que seguir yendo a Pontevedra). ¿Para qué tenemos entonces la sede en Vigo?

Tremendamente vergonzoso e inaceptable para quienes defendemos y dedicamos una etapa de nuestra vida a la formación y la ampliación del conocimiento, inquietudes que, al parecer, en esta ciudad, nuestros políticos prefieren acallar con el ruido ensordecedor de otras batallas.

Creo en la política y por eso, desde aquí, mi deseo de que aquella, pueda cambiar tamaña injusticia para con todos los vigueses.