Gracias, Red Madre

Finalmente, se consumó el asalto a la verdad, a la justicia, a la razón. Con argumentos falsos, claro. Con excusas, con mentiras. El caso es muy conocido y público: ya se había anunciado que Red Madre recibiría uno de los premios de Vigués Distinguido, cuando ante la oposición de PSOE y Marea, el Ayuntamiento se echó atrás, de modo que Red Madre se quedó en el último instante sin un galardón que merecía sobradamente. Lo sorprendente es que el argumento utilizado de fondo es que Red Madre presiona a las mujeres que van a abortar para que no lo hagan, pero nada hay más falso. Lo que hace precisamente Red Madre es ayudar a estas mujeres a liberarse de la presión brutal que reciben de su entorno, de su sociedad, para abortar. No las presionan, sino que las ayudan a quitarse la presión que otros sí ejercen, que es muy distinto, y las ayudan en todo aquello que ellas necesitan. Está más que demostrado que el aborto es consecuencia principalmente de la falta de apoyo a la mujer y de la presión que sobre ella se ejerce. De una mujer moderna se espera que no se quede embarazada más que cuando se le pide, de modo que si lo hace en otro momento ha de abortar. Que quiera traer al mundo a su hijo, a su ser más querido, al que será su mejor amigo y persona más fiel, es una disfunción, y a ella se le exigirá que aborte. Esto es tan real, que parece increíble que las feministas no estén volcadas en denunciarlo y en apoyar a organizaciones como Red Madre.