Hemos quitado los lacitos negros, pero el dolor que representa quedará siempre en nuestros corazones. La "caja negra" dirá, para los expertos, lo incomprensible para nosotros y sabremos lo que a mí, al menos, me asombra.

La imprudencia del conductor, de él y otros si los hubo nos han llevado al inmenso dolor aún sin estar presentes.

Las autoridades como los Reyes y dignatarios políticos, no religiosos, o tal vez no los vi en la tele, acudieron con una rapidez encomiable.

Hemos quitado los lacitos negros, pero el dolor nos quedará siempre en nuestros corazones. La caja negra dirá o, ya habrá dicho, cosa que yo, atrasada con los cien años que cumpliré el próximo septiembre, no entiendo.

Sí, el comportamiento de todos los que acudieron aun exponiendo su vida o integridad física por tratar de salvar la de sus semejantes.

Los Reyes, autoridades, políticos, no vi eclesiásticas, o no los cogí en la tele, de personas, todas las que pudieron llegar para salvar la vida o ayudar a rescatar a la vida los mas posibles. Allí estuvimos los ausentes corporalmente sacando con vosotros, héroes, los heridos y los muertos, dándoos fuerzas y admirándoos y seguir admirándoos siempre.

Gracias, gracias, porque vuestro comportamiento despertó en nosotros valores semidormidos, que ni la crisis, la dura crisis que estamos pasando es una nimiedad ante la terrible pérdida y convalecencia de los heridos y mutilados de nuestros hermanos, que no sabíamos cuanto les queríamos.