Reivindican el control policial de los dueños de los perros

Demandan que se sancione a cuantos dejan tirados los excrementos de sus mascotas

Una campaña de concienciación contra los excrementos caninos desarrollada hace un par de años en Vilagarcía.

Una campaña de concienciación contra los excrementos caninos desarrollada hace un par de años en Vilagarcía. / Noé Parga

M. Méndez

El grupo municipal de Esquerda Unida (EU) de O Grove se hace eco de una vieja problemática que afecta tanto a su municipio como a otras localidades arousanas: la falta de civismo de algunos propietarios o acompañantes de perros.

De un tiempo a esta parte se observa que hay ciudadanos empeñados en llevar a sus mascotas sueltas por la calle, sin importarles el peligro que pueden llegar a entrañar ni las molestias que pueden causar a vehículos y viandantes.

Excrementos sueltos

Al igual que hay personas que dejan a sus perros orinar o defecar en cualquier parte y, lo que es aún peor, que no recogen los excrementos.

Es por ello que los esquerdistas proponen instalar sanitarios caninos en las zonas más concurridas por las mascotas, “ya que funcionan con éxito en otros municipios”, y reclaman mayor contundencia policial.

Lo hacen animando a los agentes a extremar los controles y aplicar el sentido común y las ordenanzas correspondientes, sancionando a aquellos que, haciendo gala de la falta de civismo aludida, consientan a sus canes acciones que perjudican a los demás.

Todo ello aderezado con campañas de concienciación con las que “fomentar la recogida de los excrementos de las mascotas” y poner fin a la situación actual, cuando “resulta ya insostenible en las aceras de diversas zonas del municipio, dado que hay tantos excrementos que ya dificultan el paso de vecinos y visitantes”.

El portavoz esquerdista, José Antonio Otero, considera que “hay cada vez más personas que no atienden sus obligaciones”.

Y cree “fundamental que el Concello adopte medidas urgentes”, ya que la proliferación de excrementos “no solo afecta a la imagen de nuestra villa, sino que también supone un problema de salud pública y convivencia ciudadana”.

Termina diciendo que “no es de recibo que el comportamiento irresponsable e incívico de una minoría perjudique a todos”, de ahí que insista en multar a los propietarios de perros que no cumplen con sus obligaciones.