Deporte y tradición se dan la mano en Ribadumia

La Liga Atlántica de billarda reunió en el pabellón de A Senra a más de 60 jugadores

Uno de los participantes más jóvenes en un lanzamiento.

Uno de los participantes más jóvenes en un lanzamiento. / Noé Parga

El pabellón de A Senra fue escenario el pasado fin de semana de la duodécima jornada de la Liga Atlántica de billarda. Más de sesenta jugadores de distintas edades, y ambos sexos, se reunieron en Ribadumia para disfrutar de una jornada en la que las fuerzas se vieron igualadas debido al limitado espacio para los lanzamientos.

El considerado como el deporte nacional de Galicia mostró un buen estado de salud con una participación que garantiza el futuro de esta especialidad, aceptada ya como deporte después de la perseverante lucha de muchos de sus practicantes durante muchos años. Uno de ellos es Xan Rodiño, quien además gestiona la competición que reúne a competidores de toda la provincia de Pontevedra.

Deporte y tradición casan en Ribadumia

Deporte y tradición casan en Ribadumia / Diego Doval

La precisión ganó la partida a la potencia en el pabellón de A Senra. El arte de manejar el palán para el golpeo más certero posible fue motivo de diversión entre grandes y pequeños. Además, lo sucedido en A Senra pasará a la historia de la competición con la victoria de Antía Balea González. Nacida en 2011, el mismo año en el que nació la Conferencia Rías Baixas, la jugadora del Gharaboto se impuso en la categoría absoluta siendo la primera jugadora de esa edad, tan solo 12 años, capaz de ganar una jornada.

Los participantes mostraron un alto nivel.

Los participantes mostraron un alto nivel. / Noé Parga

La competición también permitió el lujo de ver sobre la cancha al jugador más veterano de la competición, con 85 años, frente a niños de tan solo 4 años. Todo ello en una jornada que estuvo dominada por el Gharaboto de Marín, equipo que además se mantiene al frente de la clasificación general en una cerrada lucha con Lúa de Forza de Sanxenxo.

Al margen de los resultados meramente deportivos, el espíritu de la billarda quedó de manifiesto en un ambiente de lo más familiar que contó con su ceremonia de entrega de trofeos encabezada por el alcalde de Ribadumia, David Castro. Un deporte que mostró además su carácter igualador e igualitario destacando el papel desequilibrante de las mujeres en la clasificación por equipos.