La Bandas de Santiago y Meaño dan al unísono el último adiós a Dani Portas

E joven trombonista de Meaño de 47 años sufrió un infarto sobre el escenario tras el concierto de la Orquestra Sinfónica Xoven de Pontevedra

Actuación de los compañeros en la iglesia de Simes.

Actuación de los compañeros en la iglesia de Simes. / Iñaki Abella

Tino Hermida

La iglesia, el atrio y sus inmediaciones se quedaron pequeños en la tarde de ayer en Simes con motivo del funeral del trombonista meañés Daniel Portas. Y eso, pese a la lluvia que arreció al filo de las 17.30 horas, cuando llegaba al féretro. Pero aún así no fue impedimento para que las bandas Unión Musical de Meaño y Municipal de Santiago -de la que era trombonista-, además de varios músicos llegados de otras partes de Galicia, rindieran un emotivo homenaje al que fuera su compañero y amigo. El músico meañés no pudo superar un infarto que le sobrevino durante un concierto. 

Formados sobre la plaza, esperando a recibir el féretro, empezó a arreciar la lluvia, y fue el público el que se acercó para dar cobijar a los músicos bajos sus paraguas. Así, a cubierto de las generosas sombrillas, las dos bandas pudieron interpretar al unísono el salmo religioso “Cerca de ti, Señor”, mientras se bajaba el ataúd para su entrada en el templo. Un momento que hizo brotar la emoción en presentes y músicos mientras tocaban, en su sentido homenaje al trombonista fallecido.

Llegada del coche fúnebre con los restos de Dani Portas a la iglesia de Meaño.   | //  IÑAKI ABELLA

La iglesia de Simes se quedó pequeña en el funeral por Dani Portas / Iñaki Abella

Una vez en el interior del templo, y durante el funeral, la soprano vilagarciana Marina Penas.-profesora de la Escuela Municipal de Música y compañera del propio Daniel Portas-, junto con el barítono Miguel Fandiño, entonaban de nuevo el “Cerca de ti, Señor”. Y, a la salida, las dos bandas despedían el féretro con la marcha procesional “Jerusalén”, haciendo asomar de nuevo la emoción entre el numeroso público presente. Tal fue la cifra, que ya desde una hora antes, iglesia, atrio y aledaños estaban repletos de gente.

Asistentes al funeral y sepelio de Dani Portas.   | // IÑAKI ABELLA

Llegada del coche fúnebre a la iglesia parroquial meañesa. / Iñaki Abella

Diego Javier Lorente, director de la BUMM y compañero suyo en la Municipal de Santiago, recordaba al trombonista: “Dani ha sido y es, porque así quedará en el recuerdo, un maestro, tanto en la música como en la gran persona que era, todo en él era fuerte, en la banda, en lo personal; lo único que no resultó fuerte fue su corazón”, expresó con gran afectación.

El maestro David Fiuza, que lo había dirigido en la Unión Musical de Meaño y que ahora hacía lo propio en la Municipal de Santiago también lo elogió: “Dani -reconocía- era más que un gran músico, más que un gran intérprete de trombón, era una gran persona, y bien podemos decirlo todos los que tuvimos el honor de haberlo disfrutado y compartido… Quería y se dejaba querer; deja una huella muy grande en todos nosotros”.

Su fallecimiento, a los 47 años, sacudió el municipio. Natural de Simes, se formó en la escuela de la banda meañesa, para luego cursar estudios superiores de trombón y graduarse con “Premio de Honor”. Obtuvo la plaza de trombonista profesional en la Banda Municipal de Santiago. Fue profesor de trombón en el conservatorio de Lalín, y dirigió las bandas de Caldas de Reis y juvenil de Barro,y dirigía hasta que enfermó la Orquestra Sinfónica Xoven de Pontevedra.

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