Ayer se desplomó otro árbol sobre la terraza de un edificio situado en la céntrica y peatonal calle de Vista Alegre, en Vilagarcía.
Inicialmente, podría achacarse lo sucedido a la acción del fuerte temporal de viento y lluvia registrado. Pero en realidad, lo sucedido no es más que la consecuencia de una situación que denuncian los vecinos desde hace mucho tiempo.
Lo que sucede es que por la parte trasera de las viviendas que dan a Vista Alegre hay árboles situados prácticamente encima de las mismas y a lo largo de una gran superficie verde, que es la conformada por el parque Valdés Bermejo, Castro de Alobre y O Castriño.
"Una amenaza"
Y esos árboles son considerados por el vecindario como “una amenaza”, ya que “están tan cerca de las casas que ponen en riesgo nuestra seguridad”, aseguran.
Los vilagarcianos piden protección frente a los incendios
En este caso en concreto “es el tercer árbol que cae sobre nuestra propiedad en seis años, causando importantes destrozos y poniéndonos en peligro”, denunciaban ayer los residentes en la vivienda afectada.
Aún con las ramas tiradas sobre sus propiedades y golpeando la ventana de una de sus habitaciones, esta familia volvía a exigir al Concello de Vilagarcía “que actúe con urgencia para retirar los árboles que están pegados a los edificios, ya que hay otros que amenazan con caerse y el día menos pensado ocurrirá una verdadera desgracia”.
Cuidado con la maleza en el entorno del Castro de Alobre
El suyo no es, ni mucho menos, el único caso en el que se detecta la presencia de grandes laureles, robles, castaños y otros árboles de considerable porte que entrañan peligro para los ciudadanos, ya sea porque amenazan con caer en cualquier momento o porque están tan pegados a las casas que suponen un riesgo extra en caso de incendio.
Escritos a Ravella
De ahí que diferentes comunidades de vecinos ya remitieran escritos a Ravella exigiendo que se respeten las franjas de seguridad y se talen o poden los árboles más próximos a los edificios.
Es fácil comprobar como, efectivamente, hay árboles, algunos de considerables dimensiones –y algunos muy viejos–, que están situados encima de las terrazas, y cuyas ramas rozan paredes y tejados.
Los hay tanto ubicados en terreno público, y por tanto responsabilidad directa del Concello, como otros que parecen estar en propiedades de titularidad privada, ya más cerca de O Castriño.
Garantizar la seguridad
“Pero da igual quién sea el dueño de los terrenos, pues lo que tiene que hacer el ayuntamiento es garantizar la seguridad de los ciudadanos”, señalan los vecinos de la calle Vista Alegre.
“Y eso implica actuar en lo que es de su competencia y obligar a intervenir a los propietarios que no respeten la distancia de seguridad”, sentencian los damnificados.
No sin antes apuntar que “además de talar los más peligrosos, ahora que hay árboles sin hoja es el mejor momento de intervenir para podarlos a conciencia, antes de que lleguen la primavera y la época alta de riesgo de incendios”.