Heredeiros da Crus, Pili Pampín y Ortiga dan lustre al 25 aniversario de Carcamáns

Después de la presencia de Iago Aspas, Fran Beltrán y Sergio Álvarez, la peña celtista Carcamáns de A Illa de Arousa continúa celebrando su XXV aniversario. Lo hará el próximo día 30, con la celebración de un concierto en la plaza de O Regueiro en el que el plato fuerte será la presencia de Heredeiros da Crus. Los de Barbanza estarán acompañados de Pili Pampín, Ortiga y un dj local.

La edil de Cultura, Laura Rial, y el presidente de la peña, Belermo Dios, presentaron esta mañana el acto, que se va a celebrar el próximo día 30, a partir de las 20.00 horas, en la plaza de O Regueiro. Belermo Dios señala que “se trata de una fecha especial que queríamos celebrar por todo lo alto al coincidir con el centenario del club, por eso hemos apostado por un grupo tan conocido como son Heredeiros”. El responsable del colectivo agradeció al Concello su implicación en los actos, facilitando cuestiones como la producción del evento.

Nacida alrededor de la mesa de un bar en una reunión en la que apenas había una decena de personas, la Peña Carcamáns del Celta de Vigo ha crecido de manera exponencial en los últimos años. En la actualidad cuanta con más de 1.200 socios y con cerca de 700 carnés directos al estado. Esas cifras la convierten en la peña más importante de los celestes. Su capacidad de movilización se demuestra prácticamente cada fin de semana, cuando consigue que cientos de personas viajen desde A Illa a Vigo para acudir a Balaídos a apoyar al Celta, pero también en la organización de eventos como la Romaría Celtista, de la que se encargaron en el año 2018, coincidiendo con su XX aniversario.

Los Heredeiros da Crus regresan a A Illa, donde todavía se recuerda el concierto que ofrecieron en 1995, en A Carbonera, coincidiendo con la celebración del Día dos Quintos de aquel año. De todas formas, la primera vez que actuaron en A Illa fue en el año 1994 en el interior de la antigua Sala Capitol, en el marco de un concierto en el que los isleños reclamaban la segregación de Vilanova, algo que acabarían consiguiendo en 1997.