La sardina más salada está en Moreiras

El Museo de la Pesca y la Salazón de Punta Moreiras volvió a ser escenario de una demostración de tintes culturales y turísticos con la que se enseña a vecinos y visitantes cómo fueron los orígenes de la industria salazonera en el Ayuntamiento de O Grove.

Como cada verano, las también conocidas como Salgadeiras de Moreiras acogieron el proceso de hacer la “chanca”, consistente en introducir la sardina en una salmuera líquida, siendo éste el primer paso de la salazón.

"Cargar el muerto"

Tras quince días de proceso se llevó a cabo lo que se conoce como “cargar o morto”, es decir, la retirada de la sardina de la salmuera para lavarla, estibarla en “cascos” de madera y prensarla.

De este modo se consigue un producto apto para su consumo desde el día siguiente, el cual ofrece unas características totalmente diferentes a las que se pueden encontrar en otros platos, preparaciones o métodos de conservación del pescado.

Esta actividad, avalada por el Concello de O Grove y la comunidad de montes vecinales en mano común de San Vicente, se ha convertido con el paso del tiempo en una de esas que llaman poderosamente la atención de los turistas.

Además, se desarrolla dentro de una de las viejas fábricas salazoneras de Moreiras, restaurada por el propio Ayuntamiento de O Grove con fines museísticos.

Para aprovechar aún más la visita a estas instalaciones de Punta Moreiras, siempre cabe la posibilidad de acudir al Acuario O Grove, situado a escasos metros.

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La recreación del método de salazón en Moreiras no se limita a los llamativos procesos de hacer la “chanca” o cargar el “muerto”.

También permite saborear la sardina resultante de este ancestral sistema de conservación del pescado.

Pero es que, además, expertos en la materia como José Luis Escalante, el que fuera director del Museo de la Salazón, ofrecen una lección magistral sobre esta industria introducida por los catalanes.

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