Cambados renueva las cámaras del polígono de Sete Pías para mejorar su imagen

En el último año, el Concello atendió hasta en cuatro ocasiones requerimientos de la Guardia Civil para diferentes investigaciones

Polígono industrial de Sete Pías, en Cambados.

Polígono industrial de Sete Pías, en Cambados. / Iñaki Abella

R. A.

El Concello de Cambados ha decidido renovar las cámaras de videovigilancia del polígono industrial de Sete Pías, instaladas hace ya una década, para dotarlas de unas nuevas que mejoren la calidad de la grabación.

En el último año, el Concello de Cambados atendió hasta en cuatro ocasiones requerimientos de la Guardia Civil para investigar distintos episodios que sucedieron en el polígono industrial, remitiendo copia de las grabaciones realizadas en los períodos solicitados.

Debido a la mala calidad de la imagen que capturaban los equipos de grabación, ha sido preciso renovarlos por otros de mejores prestaciones con el fin de minimizar el nivel de inseguridad e incrementar la protección del parque empresarial. No en vano, en los últimos años se han registrado un alto número de incidencias que han derivado en denuncias ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Las cámaras de seguridad fueron instaladas en septiembre de 2013 con un coste de casi 50.000 euros, pero no llegaron a ponerse en funcionamiento hasta el año 2016 cuando se obtuvieron los permisos necesarios de la Delegación del Gobierno. Las nuevas cámaras tendrán un coste de 13.870 euros.

Las grabaciones ayudaron en la investigación de varios robos registrados este último año, e incluso, también han servido para investigar daños ocasionados a vehículos de trabajadores del polígono.

La autorización de uso de las cámaras prohíbe la captación de sonidos y deben ser destruidas en el plazo de un mes desde su captación, salvo que estén relacionadas con delitos penales o investigaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Las imágenes obtenidas mantienen en todo momento el principio de proporcionalidad e intervención mínima con absoluto respeto del derecho al honor, la propia imagen y la intimidad de las personas, explican en el Concello.

El campo de recorrido y captación que poseen las cámaras de vigilancia está condicionado de forma que no se pueden observar a través de ellas las viviendas situadas en las proximidades.