La disputa por el asesor jurídico aviva la tensión en la Cofradía de Cambados

Los críticos y el equipo del patrón mayor se enfrentan por el rol del letrado en el pósito

El patrón mayor de Cambados (tercero por la derecha) en un acto institucional en Tragove.   | // IÑAKI ABELLA

El patrón mayor de Cambados (tercero por la derecha) en un acto institucional en Tragove. | // IÑAKI ABELLA / A.M.

A.M.

Los dos bandos existentes en la junta general de la Cofradía de Cambados han vuelto a chocar esta Semana Santa. En esta ocasión, el motivo de confrontación ha sido la figura del asesor jurídico del pósito y la conveniencia o no de que esté presente en las reuniones de la junta general. Los críticos consideran que el asesor jurídico de Cambados se está excediendo en sus funciones, y que su deber es ayudar al patrón mayor, el cabildo y la junta general antes de las reuniones, pero que no debe participar en las mismas. El patrón mayor, José Manuel Vilas, responde que el letrado, Alberto Muñoz, es un profesional con dilatada experiencia, especialista en asuntos relacionados con el Derecho que afecta a la pesca y el marisqueo, y que su apoyo es necesario para que los vocales de la junta general adopten las mejores decisiones.

El conflicto por la presencia de Alberto Muñoz en las reuniones de la Cofradía viene de lejos, hasta el extremo de que el año pasado los críticos ya denunciaron su presencia en una de ellas y llegaron a llamar a la Policía Local para que desalojase al letrado. Los agentes se personaron en el lugar, pero no encontraron motivo alguno para ordenar la salida de Muñoz.

Tiempo después, el grupo que lideran Francisco Miser y Juan César Varela preguntaron sobre este asunto a la Consellería do Mar, y desde la Xunta remitieron una circular a Cambados indicando que el asesor jurídico solo podría estar presente en las reuniones si tenía el visto bueno de todos los vocales. La semana pasada, en vísperas del inicio de las vacaciones, se celebró una asamblea de la junta general y el patrón mayor preguntó a los asistentes si Alberto Muñoz podía estar presente. Un grupo de cuatro socios se negaron, por lo que el letrado tuvo que quedarse fuera.

Desde el grupo opositor creen que el asesor jurídico trata de “manejar a su antojo la Cofradía”, que se excede de sus funciones, y que “influye en las tomas de decisiones de las juntas generales”. El patrón mayor, sin embargo, apela a la trayectoria del letrado. Afirma que ha ganado el 95 por ciento de los pleitos en los que defendió al pósito. Y argumenta que si ha frenado en más de una ocasión las propuestas de los críticos es porque sus “pintorescas” iniciativas son ilegales.

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