La crisis de la mejilla amenaza con destruir 5.000 empleos y 2.500 pequeños negocios

UPTA y el sector advierten que el decreto va a provocar un impacto económico similar al ocurrido durante el “Prestige” | “Solo queremos recoger lo que necesitamos”

Eduardo Abad Sabarís y Alejandro Lorenzo durante la comparecencia de ayer en la sede de UPTA.

Eduardo Abad Sabarís y Alejandro Lorenzo durante la comparecencia de ayer en la sede de UPTA. / Noé Parga

A. G.

Los efectos del decreto de la Consellería de Mar para regular la extracción de mejilla amenazan con destruir 5.000 empleos y acabar con 2.500 pequeños negocios, además de reducir a la mitad los más de 140 millones que el sector bateeiro facturó durante el pasado año. Esos datos fueron facilitados ayer por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), que ayer se posicionó en favor del sector en compañía de la Asociación de Mexilloeiros de A Illa. El presidente de la entidad, Eduardo Abad Sabarís, apuntaba ayer que el sector mejillonero es uno de los más importantes de Galicia, no solo por el número de trabajadores que posee, sino porque, de forma indirecta, dependen de el un buen número de actividades.

El responsable de la asociación de autónomos califica la situación de “auténtica catástrofe” y lamenta la actitud de la Xunta que, de ser una gran fábrica “hubiese actuado de otra forma, defendiendo los puestos de trabajo que genera, mientras aquí ha sido la propia administración la que ha generado un conflicto entre percebeiros y bateeiros que no existía”, señala.

Así, si las 3.300 bateas que siguen sin ingresar mejilla para la próxima campaña, no solo se va a perjudicar al sector, “la primera industria del mar de Galicia”, sino que “la crisis va a tener un reflejo automático en el conjunto de la actividad económica de todos los municipios que viven de cara al mar, ya que se van a ver afectados desde los trabajadores de las conserveras hasta el transporte o los pequeños talleres mecánicos”, explica. Abad Sabarís lamenta que sea la propia administración la que esté “creando un problema que no existía” y advierte de que con esa actitud se va a generar “una crisis económica similar a la ocurrida durante la catástrofe del Prestige, en la que se paralizaron por completo los sectores extractivos”. Abad también ofreció a los bateeiros su colaboración para la organización de aquellas movilizaciones que estimen oportunas “ante una situación que está provocando un serio problema económico”. El responsable de UPTA también envió un mensaje a los candidatos del PP de la comarca, recomendándoles que “se pongan delante de la pancarta y no condenen el decreto con la boca pequeña, que fue lo que hicieron la semana pasada”.

Abad compareció acompañado de Alejandro Lorenzo, gerente de la asociación de bateeiros Illa de Arousa, que alertó de la situación que están atravesando muchos productores que, a un mes del cierre del período para recoger mejilla “todavía no tienen una cuerda en sus bateas, lo que significa que van a perder la cosecha de 2024. Además, Lorenzo también recordó que el sector está afrontando también un incremento de costes en los materiales. Lorenzo también quiso dejar claro que la mejilla y el percebe no comparten espacio por lo que si se permite la extracción de mejilla en las zonas vedadas donde se encuentra “se garantizaría la producción del próximo año porque hay de sobra para lo que necesitamos, tan solo queremos trabajar”.

[object Object]

El responsable de UPTA incidió durante su intervención en la importancia que tiene e sector mejillonero para economías como la de la comarca de O Salnés, donde son clave para su desarrollo. No en vano, esos 140 millones de euros de facturación que generan no acaban en manos de una multinacional con sede en un punto muy lejano, sino que “se reparten entre los comercios, talleres y demás entidades de los municipios litorales de Galicia, siendo un claro ejemplo de economía circular”. Insiste en que “se trata de un sector “que vive y gasta en el mismo lugar en el que produce”. Es por ello que UPTA está dispuesta a dar su apoyo a todas las movilizaciones que se planteen desde el sector mejillonero, e incluso, a colaborar “paralizando Galicia, no nos van a doler prendas, porque por encima de todo está defender los intereses del colectivo de los autónomos del mar que, en estos momentos, están siendo seriamente dañados”, explica.

Suscríbete para seguir leyendo