La orden para regular los usos públicos y las actividades permitidas y autorizables en el archipiélago de Guidoiros, del que forma parte Areoso, y la isla de Rúa, está causando una importante preocupación en el sector de empresas dedicadas al ocio náutico de A Illa.
La intención de la futura norma es la de combinar el interés turístico creciente de esta zona con la protección de los notables valores y recursos naturales que concentra y que despiertan un gran interés desde el punto de vista científico, cultural y medioambiental.
Habrá tres turnos de visita que se articularán de la siguiente forma: del amanecer hasta el mediodía; del mediodía hasta las 16.00 horas; y de las 16.00 horas hasta el atardecer, por lo que se reduce el tiempo de estancia para incrementar las frecuencias de las visitas.
El Areoso es uno de los lugares más visitados por los usuarios de estas empresas de embarcaciones sin motor, por lo que la limitación a 150 visitantes diarios en temporada alta, se considera como una “amenaza de muerte” para la viabilidad de los negocios de este sector.
En el término municipal de A Illa están registrados un total de siete negocios. Dos de ellos han decidido dar un paso al frente para abanderar la visibilización de una situación que, entienden, puede llevarles al cierre definitivo. Diego Rial (Areoso Kayak-Sub) y Víctor Vidal (Kayaks & Paddle Surf Illa de Arousa) han solicitado una reunión con Belén do Campo, directora xeral de Patrimonio Natural, para poder alcanzar un punto de equilibrio entre la conservación natural del islote y las necesidades de las empresas de ocio náutico.
“Nosotros somos los primeros interesados en preservar el islote porque para nosotros es uno de los grandes reclamos de nuestra actividad, pero con 150 personas al día es inviable defender los intereses de una empresa como la nuestra”, apunta Víctor Vidal.
La intención de los empresarios no es otra que, con el Concello de A Illa como mediador, se consiga una modificación de la reforma en marcha para poder garantizar la continuidad de su servicio de embarcaciones sin motor.
Visitas regulados por una aplicación móvil
Otra de las demandas que se quieren matizar es la referente a que se establezca un reparto equitativo del uso de las plazas diarias permitidas, para no entrar en un conflicto de intereses en términos de competencia. En este sentido, una de las medidas que planteó la Xunta es la de regularizar las visitas a través de una aplicación móvil, una cuestión que no convence a los dos representantes del sector. “Ese sistema ya está dando problemas en Ons y Cíes. Además, lo normal es haber tenido una reunión con las empresas antes de dictar la orden”, apunta Víctor Vidal.
Desde hace más de una década, A Illa venía reclamando unas directrices de protección para el islote Areoso, sobre todo porque la masiva afluencia de embarcaciones de recreo y bañistas estaba acelerando los procesos naturales de degradación. Se dieron unos primeros pasos, obligando a los barcos a amarrar fuera de un perímetro de boyas y a acercarse en embarcaciones sin motor a la arena para evitar que las hélices pudiesen dañar los bancos marisqueros que se encuentran en las inmediaciones.
A su riqueza natural se suma que Areoso es una zona arqueológica de alto valor. En su interior existieron cinco mámoas (una de ellas acabó destrozada por las mareas) y se localizó el maxilar de un “castrexo” algo prácticamente imposible en el resto de Galicia debido a la acidez del suelo.
Con todo ello, las empresas entienden que la limitación de visitas debe realizarse de manera gradual y preservando también los intereses de las empresas.