Dula Piñeiro, el premio a más de treinta años de faena en la “ribeira”

La vilanovesa recogió ayer la distinción Muller Salgada y mostró sus dotes como poeta en el discurso que realizó

Entrega del premio Muller Salgada a la mariscadora vilanovesa Dula Piñeiro.

Entrega del premio Muller Salgada a la mariscadora vilanovesa Dula Piñeiro. / A. G.

A. G.

Más de treinta años trabajando como mariscadora recibieron ayer un reconocimiento público con la III edición de los premios Muller Salgada. La vilanovesa Dula Piñeiro fue la elegida por la asociación para recoger este premio, con el que se pretende reconocer el esfuerzo que realizan las mujeres en el mundo del mar.

Visiblemente emocionada, Piñeiro acudió a recoger el premio y aprovechó para mostrar uno de sus talentos, el de poeta, adquirido en largas horas de debates en “A mesa das verbas” de Vilagarcía, donde participa de manera entusiasta.

El poema sirvió para agradecer a la directiva de Mulleres Salgadas que pensasen en ella como merecedera de este premio, y sobre todo, de su compromiso por ayudar a que el mundo del mar pueda ser un poco mejor cada día.

Piñeiro reconocía también que le temblaban las piernas por vivir un momento así en el que “me va a tocar hablar ante un auditorio muy importante”, aunque no dudaba en reconocer que “estoy encantada de que se pensase en mi para esto”.

Con tan solo 21 años de edad, Dula Piñeiro comenzó a trabajar en las playas. Llegaba a ellas poco después de haber tenido a su primera hija y después de haber trabajado desde muy jovencita en una fábrica. “El marisqueo era la mejor opción, ya que en la fábrica se pasaban muchas horas, y con una niña pequeña, mi madre enferma y con animales en casa eso era imposible, por eso di ese paso”, explica. Más de tres décadas después, Piñeiro considera que fue la mejor decisión que tomó en su día, porque “el marisqueo engancha mucho”.

Desde que comenzó a trabajar como mariscadora han cambiado muchas cosas en el mundo del marisqueo. “Antes no se hacían tantas limpiezas como ahora, había dos lonjas en Vilanova, con la de O Castelete, que después acabarían tirando, y todo lo acarretábamos a mano, de un lado a otro”, explica.

Desde la asociación Mulleres Salgadas, se escogió a Dula Piñeiro por “ser un ejemplo de mujer, colaboradora, entusiasta y con muchas ganas de contribuir con su esfuerzo a mejorar las condiciones de trabajo y de vida de ella y de sus compañeras”.

En las últimas elecciones en las cofradías gallegas, a pesar de las dificultades, Piñeiro dio un paso al frente y se presentó como candidata a patrona mayor en la Cofradía de Vilanova con el objetivo de continuar con la senda que abrió Evangelina Lago primero y que después continuó María José Vales.

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