El belén navideño que se hace posible gracias al esfuerzo dando pedales de mucha gente ya ocupa su lugar en lo más alto del monte Xiabre. La iniciativa que lleva a la práctica Esteban Díaz desde hace 15 años, y que sirve a la vez como homenaje a todos los aficionados al ciclismo de montaña, reunió ayer en el alto de Meda a más de un centenar de personas que desafiaron el tiempo y sus circunstancias para no fallar a la tradición.
En una gélida mañana con vientos más que fuertes, una lluvia que caía casi a pedradas y una sensación térmica más que desagradable, la coronación de los 641 metros de altura de Meda se convirtió en un cuentagotas de ciclistas y senderistas llegando a la cima. Cuenta Esteban Díaz que “iban llegando poco a poco y, tal y como estaba el tiempo, depositaban las figuras del belén, tomaban un chocolate rápido y se iban de vuelta”.
Clubes de Vilagarcía, Caldas de Reis, Valga, Ribadumia o Santiago contaron con representación en la reunión de cada diciembre. Eso sí, bien abrigados y parapetados para formar parte de la fiesta de la bicicleta de montaña. Como no podía ser menos, tampoco faltó Alberto Dávila, venido desde Mos con las figuras del belén hechas artesanalmente y entre las que se encuentran réplicas en madera del parque eólico y las antenas de Meda o de las Torres de Catoira.
Ahora el nacimiento podrá seguir ganando en atractivo con las aportaciones que se quieran ir haciendo hasta el próximo 8 de enero, día de su recogida. Como el propio Esteban Díaz apuntó, “la verdad que es muy bonito como cada día van pasando personas para dejar sus figuras. En apenas horas ya había allí más piezas de las que quedaban por la mañana cuando nos fuimos”.
Xiabre tuvo ayer un motivo más para convertirse en lugar de concentración de los aficionados a los hábitos saludables. Ni siquiera las circunstancias meteorológicas menguaron el afán por juntarse una Navidad más en las alturas.